"Los participantes encontraron distinciones mínimas entre las notas escritas por expertos y las generadas por ChatGPT. […] Cuando las notas eran significativamente diferentes desde el punto de vista estadístico, ChatGPT se calificaba como más digno de confianza, preciso y fiable", declaró Calissa Leslie-Miller, autora principal del artículo y estudiante de doctorado en psicología clínica infantil de la Universidad de Kansas, citada por New York Post.
La investigadora subrayó que el hecho de que la gente no pueda diferenciar la información escrita por los profesionales y la IA es preocupante, ya que ChatGPT "no es un experto" y aún puede generar información errónea.
"Los resultados indican que ChatGPT es capaz de influir en las intenciones de comportamiento para la toma de decisiones sobre la medicación, el sueño y la dieta", indica el estudio. Al mismo tiempo, se señala que los participantes encontraron poca diferencia entre los artículos escritos por la IA y doctores en cuanto a "la moralidad percibida, la fiabilidad, la experiencia, la precisión y la confianza".
Los especialistas señalan que la IA no puede sustituir al doctor a pesar de ser un medio más rápido y barato a utilizar. "La inmediatez y la comodidad de la IA pueden ser increíblemente atractivas, especialmente para los padres ocupados que buscan respuestas a todas horas", pero "aquí es donde el elemento humano es insustituible: la participación de un profesional sanitario cualificado, concretamente un pediatra, garantiza que la información sea precisa, personalizada y segura", aseveró Harvey Castro, médico de urgencias y experto en IA en Texas.