Henry Kristen: Un sacerdote al servicio de los pobres
Oriundo del estado Falcón, este noble hombre ha vivido toda su vida en la ciudad valenciana
Valencia.- “No podemos asegurar mejor muestra de felicidad que viviendo y muriendo en el servicio de los pobres”, San Vicente de Paúl.
Un hombre sencillo, carismático y lleno del amor de Dios, así es descrito el párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa de Valencia, el padre Henry Kristen.
Oriundo del estado Falcón, este noble hombre ha vivido toda su vida en la ciudad valenciana, específicamente en el barrio El Carmen Sur donde se crió junto a sus familiares.
Durante su juventud el padre Henry se dedicó a la docencia, siendo profesor de Educación Física en el Colegio Bejuma, ubicado cerca de su hogar.
“Yo me crié en estas calles, en el barrio El Carmen, tengo muchas vivencias de este lugar, las personas me conocen bien y cuando me ven me saludan; a veces voy caminando y me encuentro con mis exalumnos y nos ponemos a conversar, es grato encontrarlos; algo que me llena de alegría es ser sacerdote de la iglesia La Milagrosa”, expresó.
Su inquietud por seguir el servicio y la obra de Dios fue uno de los motivos por el cual entró al seminario, ordenándose como sacerdote de los padres Paúles el 7 de junio de 1992, en la congregación de la misión; cumpliendo este 2022, 30 años como sacerdote en este noble servicio.
“En 30 años he tenido muchas experiencias de fe, encuentras a Dios en las caras de los pobres, en el caminar del día a día. He estado en varios estados del país como sacerdote llevando el mensaje de la iglesia. Actualmente tengo ocho meses como párroco de La Milagrosa y en el proceso hemos hecho muchas actividades, jornadas de evangelización, visitas a los enfermos, se lleva al santísimo a las comunidades. Este año hicimos la Misión Arquidiocesana de Evangelización 2022 en el sector Brisas del Sur, esto en compañía de un grupo de seminaristas y de los jóvenes y colaboradores de las tres capillas que pertenecen a la parroquia (Santa Luisa de Marillac, El Carmen y San Miguel Arcángel)”, contó.
“Me contenta que la iglesia está llena de gente buena, gente de servicio; esta parroquia tiene muchas comunidades con necesidades que deben ser atendidas, como el caso de Villa de Dios, un caserío lleno de gente pobre, de gente que realmente requiere apoyo y es lo que pido, que me brinden apoyo para ayudar a estas personas. Ellos necesitan de Dios y es nuestro deber ayudarles”, destacó.
Los valores que mueven la vida de Henry “son un trabajo duro, pero que nos llena de mucho amor”, comentó al mismo tiempo que agradeció a cada colaborador y joven que sirve en la iglesia y que trabajan día a día por cada persona que lo ha necesitado. (Franny Cordero)
