Iris Pacheco habitante del sector Félix Adams, explicó que esta comunidad está sin agua, “
a mí me llega un poquito porque estoy en la parte baja, como no tengo tanque debo llenar pipotes de agua para poder tenerlos disponibles en la posada”, expresó.
Pacheco señaló que la quema indiscriminada del año pasado y la actual han ocasionado que el río que alimenta a esta comunidad baje su nivel y actualmente en plena temporada de sequía se quedaron sin agua. Resaltó que para los posaderos es un verdadero reto atender a los turistas en estas circunstancias.
Por su parte Javier Palencia, coordinador regional de asuntos ambientales de Un Nuevo Tiempo, explicó que diversas organizaciones ambientales tienen años luchando para evitar en la temporada de sequía los incendios forestales que afectan a estos afluentes, así como la tala indiscriminada y la contaminación que hacen que mermen su capacidad. Recalcó que, aunado a esto, hay tomas ilegales, botes de aguas que también afecta el suministro.
Curiosamente en Canoabo existe una represa con capacidad de 50 millones de pie cubico de agua, peor la misma solo distribuye agua al litoral carabobeño y parte de la costa del estado Falcón. Palencia expuso que un plan alternativo sería aprovechar la represa y elaborar un proyecto para que alimente a esta parroquia.
“Lo único que hay en contra de esta propuesta es la topografía, pero con voluntad política y un buen proyecto se puede lograr instalando un sistema de bombeo, que lleve agua a Canoabo”, expresó.
Luis Meneses, habitante de Canoabo y especialista en planificación y cartografía, explico que otra posible solución al problema del agua que afecta a Canoabo todos los años en la temporada de sequía, es activar un tanque de almacenamiento que construyó el gobierno en el sector los Naranjos.
Detalló que este estanque tiene la capacidad de más de albergar dos millones de litros de agua, dijo que solo falta el techo y hacerle las conexiones. Destacó que con la puesta en funcionamiento de este tanque alcanza para abastecer el área urbana de Canoabo y desahogar el acueducto de Canoabito que alimenta también San José, Canoabito y Santa Ana.
Quienes están siendo afectado por la falta de agua instan a los vecinos a no quemar las cabeceras de los ríos, evitar la tala indiscriminada y pidieron a las autoridades gubernamentales planificar una alternativa para que a los canoaberos tengan agua en época de verano y no queden a merced de la naturaleza. (Paula Bauer)