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A su vez, indicó que esta incidencia en las costas se debe a un proceso biológico totalmente natural, debido a que en estos espacios las aguas suelen ser más productivas que las oceánicas por la cantidad de nutrientes que favorecen y condicionan el área para el proceso reproductivo de estos organismos.

De esta manera, señaló que al igual que muchos organismos, las medusas en su etapa de reproducción se acercan a las aguas costeras, llevan a cabo su proceso de reproducción, luego de fecundación, se forma el huevo, emerge una larva y estos nutrientes producidos se convierten en su primer alimento.

"Por eso es que vemos tanta incidencia de medusas en las aguas costeras, porque están en su proceso de reproducción", indicó Subero, agregando que interferir en esta etapa es un delito ambiental, por lo que exhortó a los bañistas y ciudadanos a no sacar estas especies del agua, ni tocarlas.

"Si comenzamos a matar las aguas malas porque es algo que nos afecta a nosotros, estamos cometiendo un delito ambiental, porque es una especie que está llevando a cabo su proceso natural y no debemos interferir en el, eso solo es en una determinada temporada del año", comentó.

Referente a las medusas varadas en las orillas, aseguró que se debe a que el proceso de reproducción es costoso desde el punto de vista energético y muchos organismos mueren después de hacerlo.

Finalmente, envío un mensaje de concientización a las personas que están tratando de reducir la presencia de estas especies en las playas porteñas, asegurando que en un futuro no será raro ver que el número de medusas se está reduciendo poco a poco por "nuestro egoísmo, nuestra vanidad en el sentido de que queremos meternos a esa playa para disfrutar pero, vemos un montón de aguas malas y ¿qué hacemos? las sacamos a todas, las matamos a todas, no permitimos que ellas se reproduzcan".