Monseñor Reinaldo Del Prette, una vida de fe al servicio de la iglesia
El arzobispo partió a la casa del Padre, pero deja en nosotros su alegría y amor por la vida
Valencia.-A las 10:00 de la mañana de este viernes 25 se realizará la misa de exequias del Excmo. monseñor Reinaldo Del Prette en la Basílica Catedral de Valencia. Luego de los actos, el cuerpo de monseñor será sepultado en la Capilla de El Socorro.
El pasado lunes 21 de noviembre, la ciudad de Valencia se vistió de luto por la pérdida física de monseñor Reinaldo Del Prette Lissot, quien en vida fuera el arzobispo de la Arquidiócesis de la entidad.
Tras muchos años dedicado al servicio de Dios, monseñor Del Prette partió de esta tierra para unirse al reino del Señor, dejando un legado de fe, vocación y muchas enseñanzas a quienes tuvieron el agrado de conocerle.
Reinaldo nació un 17 de febrero del año 1952, en La Pastora, comunidad ubicada en la capital carabobeña, bajo el seno de una familia cristiana católica; fue el cuarto de un matrimonio de cinco hijos y, desde niño, siempre mostró un amor incondicional por el servicio a la iglesia, sabiendo ya desde la infancia que su vocación era el sacerdocio, para seguir a Dios.
En entrevista realizada en el mes de octubre del presente año para el podcast titulado “Dios y sus cosas”, conducido por el padre Rafael Paredes, monseñor contó que desde los 5 o 6 años ya él sabía que iba a ser sacerdote. Sin tener una persona en concreto que le hablara sobre el tema de la vocación sacerdotal, él ya mantenía esa inquietud de ser un hombre de Dios, por lo que, cuando le preguntaban que iba a ser de grande, él respondía “yo voy a ser sacerdote” siendo apodado en su familia como “el curita”. Y así fue, tiempo después Dios lo llamó a su servicio y él acudió.
Reinaldo del Prette realizó sus estudios en el colegio La Salle y se preparó para llevar un camino dedicado a la iglesia desde entonces, realizando y cumpliendo todos los sacramentos dictados por la ley de Dios. Durante su adolescencia entró al seminario menor de Valencia y se preparó para recibir el sacramento mayor, que definiría su eterna vocación.
Cuando estaba en el tercer año del seminario, Reinaldo pierde a su padre Jesús Gaspar, tras una lucha contra el cáncer de pulmón, momento que recordó con lágrimas en los ojos. Contó que en su última conversación con él, su papá le deseó que fuera “un buen Sacerdote”, palabras que marcaron la vida de monseñor hasta su muerte.
Entre las anécdotas que quedaron en la memoria de este amado sacerdote valenciano, es la de su experiencia con Dios, ya que para él siempre fue natural sentir la presencia de Dios. Muchas personas le preguntaron que si había sentido algo especial, algo extraordinario y solo pudo decir que “el amor de padre que Él me brindó fue infinito, siempre fue natural su presencia en mi vida”.
Fue ordenado como sacerdote un 14 de agosto de 1976 por monseñor Luis Eduardo Enrique, siendo esta eucaristía una de las más especiales para él. De las curiosidades que cuenta del día de su ordenación está la de la foto que se tomó luego del acto, ya que en ella sale acompañado por monseñor Nelson Martínez, monseñor Jorge Urosa Sabino y monseñor Luis Enrique, de los cuales, curiosamente, tres sacerdotes presentes en la foto, incluyéndolo, fueron arzobispos de la ciudad de Valencia.
Además de ser un hombre de Dios, Reinaldo Del Prette también, como buen valenciano, fue un amante del deporte local y se consideró siempre fanático de los Tiburones de la Guaira. También fue un fiel devoto de Nuestra Señora del Socorro, patrona de la ciudad. Un católico de corazón, amigo, compañero y hermano. Su lema episcopal fue “Servir al Señor con alegría”.
Monseñor Reinaldo Del Prette partió a la casa del Padre, pero deja en nosotros su alegría y amor por la vida. (Franny Cordero)