Foto: Cortesía.
Al llegar se pueden apreciar unas olas de gran tamaño, pero si las sabes respetar, se convertirán en tus mejores amigas. Algo que destaca a
Patanemo, es
su impecable arena kilométrica, además de sus altas palmeras que se mueven de lado a lado sin dejar de brindarte su sombra.
Sin duda ya no hay excusas para ahogarse en trabajo, hay que sacar un espacio para escaparse del trajín de la semana. “Viajar no es un gasto, es un gusto. Viajar te cura el alma”.