Entre ellos, visitamos el liceo Luis Beltrán Díaz, ubicado en la parroquia Santa Rosa, al sur de la capital carabobeña, donde el pasado miércoles 25 de enero se realizó una asamblea para padres y representantes con dos temas a tratar, uno de ellos es la solicitud de apoyo por parte de los padres hasta que la situación laboral de los docentes mejore con respuestas por parte del Ministerio de Educación.
Notitarde tuvo acceso al acta respaldada por los representantes que cita: “Los docentes activos, titulares, interinos, suplentes, administrativos y obreros de la U.E. Lcdo. Luis Beltrán Díaz le comunica de las deudas acumuladas por parte del Ministerio de Educación, donde ya el salario cada día es más bajo, tanto en dólar oficial (BCV) como en dólar paralelo (no oficial), están alcanzando niveles muy altos, solicitamos sueldos a base del dólar indexados… Igual- mente se solicita seguridad social, condiciones físicas de las instituciones educativas, renovación del contrato colectivo, cancelación de la deuda de 280%, las primas pendientes del 100% desde el 2018”, entre otros detalles.
Por su parte, una profesora de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), quien pidió declarar bajo el seudónimo de Iris Carrizales, detalló que el sueldo percibido mensualmente es de 130,00 bolívares, al cual se le suma un bono a través del Sistema Patria que el Gobierno Nacional deposita, mientras que una maestra titular de un colegio nacional en Tinaquillo, estado Cojedes, cobra 420,00 bolívares aunque su deseo es devengar unos $400,00 al mes; asimismo, una educadora titular jubilada en Palo Negro, Aragua, recibe 890,00 bolívares al mes.
Por su parte el presidente de la Comisión Permanente de Economía, Finanzas y Desarrollo Nacional de la Asamblea Nacional (AN), Jesús Faría, anunció el 23 de enero que se reunirá con trabajadores y empresarios del país para dialogar sobre el tema salarial; sin embargo, reitera que el mayor problema son las sanciones económicas que enfrenta Venezuela por parte de los Estados Unidos.
Carteles a las afueras de los colegios: ¡Si hay clase!
En la U.E. Rafael Saturno Guerra, al sur de la ciudad, el personal obrero, administrativo y maestros se encuentran a la espera de los alumnos para brindarles el derecho a la educación; sin embargo, una buena parte de éstos no han acudido. Así lo indicó Sandra Gámez, supervisora territorial de San Blas.
No obstante, escuelas estadales de Carabobo están con los docentes activos pero en aulas con baja presencia de estudiantes. Durante el recorrido se evidenció que los menores que sí asistieron eran despachados antes de las 12:00 m.
La directora de una primaria básica de la parroquia Miguel Peña de Valencia declaró en anonimato, “mi lucha se encuentra entre la espada y la pared”, refiriéndose a tener dos caras de la realidad: su vocación por educar y enseñar valores, y el esfuerzo del gremio por lograr mejores condiciones laborales.
Por su parte, un plantel educativo de Naguanagua cuyo nombre se mantendrá en secreto, donde el total de matriculados para el turno de la mañana, desde 1er a 3er grado, es de 782, el martes 23 de enero solo asistieron 254 niños, únicamente un 32% de la población estudiantil estuvo en las aulas, con una ausencia del 67% y de los 15 educadores, solo 9 laboraron ese día.
Las opiniones entre los profesores están dividas. Algunos de ellos afirman que la pausa es necesaria para lograr un reajuste salarial, mientras que otro grupo alentó a seguir trabajando por el bienestar de los niños. Una de nuestras fuentes aseguró que los maestros que se encuentran marchando en las calles son los que tienen un estatus de docente titular, mientras que los interinos y suplentes no marchan, por temor a “represalias”.
Este seguirá siendo un tema que dejará muchas aspectos y perspectivas por relatar. Ante esto, no queda más que recordar la invaluable importancia del sector educativo en el país. ¿Puede un educador seguir subsistiendo con su condición laboral actual? La respuesta analícela usted; nuestros educadores han tenido que migrar a oficios alternos que les permitan cubrir sus necesidades básicas y se están enfrentando cada vez más a la balanza entre su pasión, el deber de educar, y los grandes esfuerzos para poder mantenerse ellos y su propia familia