como lo conocen sus compañeros y amigos. Este personaje se ha dedicado desde hace más de 50 años a la emisora radial icónica de Valencia
, específicamente detrás de los controles técnicos donde ocurre la verdadera magia de la radio.
La estadía del Potro Freddy León en esta casa radial comenzó en 1970, ocupando el puesto de Office boy, donde su sed de surgir y adentrarse en el mundo de la radio comenzó a crecer hasta llevarlo a donde está el día de hoy. Debido al gran interés por aprender, en 1971, apenas un año después de ingresar como empleado a la radio, su oportunidad de manejar los controles llegó.
“Ramón Manzanilla me dio la gran oportunidad de aprender a usar los controles. A través de esa oportunidad yo entendí que los conocimientos había que dárselos a otros, así como pasó conmigo”, comentó Freddy sobre su experiencia.
Su paso por la emisora tuvo una pausa en el año 2000 con la intención de experimentar otras áreas; sin embargo, el buen hijo siempre vuelve a casa, donde lo recibieron con los brazos abiertos. Para él, el regreso de Radio América fue una bendición que le devolvió la alegría a los valencianos. “Radio América ha sido un baluarte informativo y de entretenimiento para un pueblo que por 68 años y más la han escuchado”.
El trabajo del operador, de acuerdo a Freddy, impulsa el trabajo del locutor. Para él, estos dos deben trabajar en equipo, como una familia, para que el resultado pueda ser de calidad. Su motivación para dar un trabajo de calidad se encuentra en la formación y en la preparación. “Uno cada día aprende algo de alguien, sea quien sea”.
Radio América le ha regalado a Freddy múltiples recuerdos, experiencias y oportunidades, pero una de las más especiales fue la de conocer a su esposa en este espacio, con la que formaría su familia y tendría un hijo.
“Mi esposa llegó un día de visita a la radio, la conocí y nos enamoramos. Al poco tiempo nos casamos y ya llevamos 42 años”, recuerda Freddy, como una anécdota especial en su vida y mostrando un lado más familiar de sí mismo.
Para él, los valores fundamentales en la vida deben ser la humildad para conectar con las personas y la constancia para poder formarse cada día. “El aprendizaje nunca se termina”, asegura Freddy como una reflexión para las actuales y nuevas generaciones. (Diana reyes)
