Ocho de cada 10 jóvenes carabobeños no necesitan casarse para ser felices
Pocos usuarios apoyan la celebración del matrimonio
Carabobo.- Hace años el altar era algo indispensable para las parejas. Cada una de estas luego de “conocerse bien” comenzaban a pensar en el sacramento; sin embargo, los tiempos cambian para el ser humano, así como sus costumbres.
La “generación Z” siempre se ha caracterizado por romper paradigmas sociales y uno de estos es decir “no” al matrimonio o a cualquier juramento que implique ser “de por vida”.
Una encuesta realizada por el equipo de Notitarde ha revelado que ocho de cada 10 jóvenes valencianos, de edades comprendidas entre 20 a 35 años, afirman que “no necesitan tener ese estatus social para mostrar que son estables y felices”.
Manifestaron que el matrimonio es una tradición arcaica que no demuestra durabilidad, fidelidad o que el amor es real en la pareja.
Asimismo, expresaron que este acto es “como una atadura que no le permitiría respirar a la pareja”.
Un porcentaje de habitantes indicó que no lo efectuaría por temas legales, ya que “si finaliza la unión será un sufrimiento económico separarse, debido a que contratar a un abogado no es barato”.
Por otro lado, algunos contrarrestaron lo indicado anteriormente con “no me aguantaría años a alguien solo para que me invaliden sus pertenencias al final”.
Solamente unos pocos encuestados indicaron que sí les gustaría (pero no lo necesitan) el matrimonio porque todos los arreglos y el acto es algo muy “bonito”.
“Claro, esto sería más un capricho porque por estar casado no voy a amar más o menos a mi pareja”.
Este porcentaje de usuarios destacaron que también todo dependería de la pareja, porque “se debe llegar a un acuerdo mutuo sobre cuáles son los trámites que se desea pasar”.
Con respecto a los que ya se encuentran separados, estas personas de 32 años expresaron que pasar por el altar es algo que no desean, pero sí el convivir y tratarse de dicha manera, pues esto les permite tener una “opción de libertad por si sucede algo”.
Solo pocos usuarios aseguraron que es “necesario para consumar por completo la tradición de la familia que lo indica la religión cristiana”.
“La vida te cambia, los pensamientos también. Eres alguien diferente cuando te casas y creces mentalmente”, expuso Lesmith Alame.