El desafío de dar a luz en los Valles Altos de Carabobo
Falta de insumos, de médicos, quirófanos y ambulancias
Carabobo.- La falta de insumos, de médicos, quirófanos y ambulancias, en los centros asistenciales públicos del occidente de Carabobo, convierten muchas veces el acto de amor de traer un hijo al mundo en toda una calamidad.
Fuentes ligadas al sector salud en el occidente de la entidad carabobeña, quienes pidieron guardar su identidad, relataron la triste realidad por la que deben pasar muchas mujeres, en especial las de bajos recursos, a la hora de dar a luz.
Pese a que en la zona existe el programa llamado Ruta Materna, creado por el Gobierno Nacional con el fin de garantizar la salud de las embarazadas y sus hijos, este no funciona a cabalidad en la zona.
Déficit de personal médico
“Sales embaraza, vas a un centro de salud público y te encuentras con el primer inconveniente, no hay médicos”, cuenta una de las fuentes, quien trabaja en el sector salud y reveló que por falta de médicos son los enfermeros y hasta los mismos paramédicos, a quienes muchas veces les ha tocado atender a estas mujeres que llegan pariendo.
Aseguran que a las embarazadas captadas por el programa Ruta Materna, no se les asegura en primer lugar, el acompañamiento y la atención médica antes, durante y después del parto, porque existe un déficit de especialistas en estos municipios.
Los ambulatorios de Miranda, Canoabo, Chirgua y una extensión de sala de parto en Montalbán, están habilitados para atender a las parturientas, pero no tienen especialistas, solo hay un ginecobstetra y está en el Hospital de Bejuma.
“Un ejemplo es Canoabo, una zona que queda a unos 30 minutos de Bejuma, las parturientas llegan al ambulatorio, que esta sin médico hace años, como pueden, en motos, caminando, con mucha más suerte alguien les da la cola en carro, por falta de ambulancia, no nos queda más que atenderlas entre los mismos enfermeros”, explicó uno de los entrevistados.
Es de resaltar que la Sala de parto del Hospital fue improvisada en otros espacios, “que no cumple del todo con los requerimientos”, según aseguraron los entrevistados, porque los trabajos de remodelación están sin culminar, desde el año pasado.
Sin insumos
Otra de las realidades que enfrentan estas gestantes es la falta de insumos. En el Hospital de Bejuma, a donde son referidas gran parte de estas embarazadas no hay forma de hacerles los exámenes de laboratorio, “por ahora solo el eco”, dijeron.
Entonces muchas deben sacar de su bolsillo para los exámenes necesarios, pero otras tantas no tienen para costearlos y pasan el embarazo sin ningún tipo de control, “es un riesgo muchas por la situación económica, en especial las que viene de sectores más vulnerables llegan sin exámenes, hasta sin eco, es un riesgo que asumimos, no sabemos si es un parto prematuro, si viene bien el bebé, estamos a ciegas y encomendados a Dios”, contó el trabajador de un ambulatorio de la zona.
El calvario de una cesárea
Cuando estas mujeres se complican o requieren una cesárea las refieren para Bejuma, “la pregunta es para qué, si ahí no hay quirófanos desde hace cinco años”, indicaron.
Quienes no cuentan con recursos para pagar un centro clínico privado, no le queda más que “encomendarse a Dios y tener por lo menos 50 dólares en el bolsillo, porque las refieren a la Maternidad del Sur en Valencia y ahí hay que llevar hasta el agua para lavarse las manos”, refirieron las fuentes.
El kit quirúrgico que se supone debería garantizar el Estado a las gestantes captadas por la red de salud pública a través de la Ruta Materna, son escasos, llegan incompletos y a veces son hasta inexistentes. Valen desde 25 dólares en adelante dependiendo de lo que requiera la paciente.
Deben primero buscar como trasladarse por la escasez de ambulancias, al llegar allá las hacen esperar, porque muchas veces están colapsados, incluso a veces una cunita es compartida para dos recién nacidos por falta de capacidad.
“Esto es solo un ejemplo de lo que viven en esa maternidad, a veces las tratan mal, las obligan a parir así no puedan, las condicione higiénicas no son las mejores, entre otras irregularidades”, aseguraron los entrevistados.
Las fuentes lamentaron que las madres vallealtinas tengan que vivir un verdadero viacrucis para poder tener s sus hijos, por lo que pidieron a las autoridades solventar las condiciones del Hospital de Bejuma, que años a tras fue punto de referencia e incluso venían de otras jurisdicciones para ser atendidos allí. (Paula Buer)