Nuestra gente: José Gregorio Jiménez, el inventor que ayuda al medio ambiente
Los caminos de la vida llevaron al hombre, de 50 años de edad, a ser el ganador del Premio del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), en 2008
Carabobo.- Curioso e innovador son las palabras que el oriundo de Carabobo, José Gregorio Jiménez, usaría para describirse desde que tiene uso de razón, porque para él la vida consiste en crear y no parar hasta que haya algo nuevo.
Los caminos de la vida llevaron al hombre, de 50 años de edad, a ser el ganador del Premio del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA), en 2008.
También, le otorgaron el Premio Nacional de la Inventiva Tecnológica Popular “Luis Zambrano”, entregado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, por su propuesta para transformar el líquido venenoso de la yuca en biocombustible.
Sus reconocimientos también se extendieron a ciudades fuera del país como Bogotá (2009), Ámsterdam (2010) y en Dubái (2011).
“Todos los reconocimientos son una satisfacción porque ahí uno se da cuenta que el trabajo de tantos años tiene una recompensa”, señaló.
Asimismo, el inventor popular, graduado como Técnico Superior Universitario en Tecnología Electrónica, afirmó que estos reconocimientos también fueron el impulso de seguir adentrándose a este mundo de innovación.
“Yo quería ser científico, un innovador. Y, bueno, yo creo que yo nací de esta manera. Considero que uno nace con este tipo de aptitudes y me siento feliz de poder explorarlas porque para mí siempre hay algo que hacer, algo que entregar y algo que demostrar”, manifestó durante una entrevista para Notitarde.
Una huella ecológica
Comentó que una de sus metas es dejar una huella y ayudar al medio ambiente.
“Quiero dejar un legado en la parte de los combustibles para que sean menos agresivos con el ambiente en el futuro. Esto colaboraría y haría que la energía limpia sea aprovechada al máximo”, explicó.
Igualmente, recalcó que estos resultados no se verán hasta en el futuro, pero le alegra haber comenzado trabajos para el cambio.
Por último, aconsejó a los jóvenes a atreverse y a seguir adelante con sus sueños, porque para ser buenos se debe iniciar en el proyecto.
“Yo llegué al Ministerio de Ciencia y Tecnología con una carpetica bajo el brazo a llevar mi proyecto. Solo quiero decir que cada uno de nosotros tiene un propósito en la vida y no sabemos cuál es hasta que llega el momento de descubrirlo o que uno hace algo”, exaltó.
