Valencia, donde nacen los sueños: Lisandro Pirona; "Aquí surgió mucho de mi experiencia y mi vida"
"Les deseo lo mejor y que sigan cumpliendo muchos años más"
Carabobo.- El Kiosko “El Marqués”, conocido como Pirona, surgió hace más de 80 años. Ha sido testigo del paso del tiempo y de las historias de vida que han florecido en esta ciudad. Lisandro Pirona, actual propietario del comercio heredado de su padre, compartió con orgullo su conexión con Valencia, un lugar que no solo ha sido el escenario de su vida, sino también el pilar de su negocio familiar desde el año 1940.
En el bullicioso y emprendedor corazón de Valencia, un hombre ha dedicado su vida al negocio familiar que, desde el año 1945, es sido un pilar en la comunidad: Lisandro Pirona, heredero de su padre, habló sobre lo más de 80 años de historia, que el kiosko, conocido como "El Marqués o Pirona", no solo es un punto de venta, sino también un símbolo de la identidad valenciana.
Desde una perspectiva periodística, es fundamental resaltar la pasión que Lisandro siente por su ciudad y su legado familiar. "Para mí, Valencia significa mucho", afirmó con orgullo y quien destacó que es un valenciano de pura cepa. Nacido en esta ciudad, su conexión con ella es profunda. "Aquí surgió mucho de mi experiencia y mi vida", agregó con el recuerdo de cómo su negocio se ha convertido en su familia, un reflejo de su amor y compromiso. En sus palabras, se percibe la esencia de lo que significa ser valenciano: un sentido de pertenencia que va más allá de lo material.
Pirona se muestra agradecido por el apoyo de sus clientes, a quienes considera una extensión de su familia. "Uno vive del cliente", expresó y al mismo tiempo dejó claro la importancia de atenderlos con amor y dedicación. Este enfoque es lo que ha permitido que su negocio perdure a lo largo de los años, adaptándose a los cambios y desde su esencia.
En este aniversario, Lisandro Pirona no solo celebra el éxito de su negocio, sino también la ciudad que lo ha visto crecer. "Les deseo lo mejor y que sigan cumpliendo muchos años más", concluyó, con el deseo sincero que encapsula el espíritu del valenciano: uno que valora su historia y mira hacia el futuro con esperanza y amor por su tierra. Así, el legado de Lisandro se entrelaza con el de Valencia, con la creación de un lazo indisoluble que perdurará en el tiempo.
