Nuestra Gente: Andrés Uruguayo, la historia cultural de su vida en Valencia
Un comunicador que transforma su existencia en un legado que trascienda la historia de la ciudad que lo vio nacer
Carabobo.- Andrés, un hombre de nacimiento venezolano y raíces uruguayas, luego de partir de Venezuela cuando tenía un año de edad con su familia, retornó a la ciudad de Valencia en el año 2003, con 18 años y muchos sueños por delante, entre ellos, estudiar comunicación social, ya que era un apasionado de la cultura y escritura.
“Siempre supe que iba a trabajar en algo relacionado con la comunicación”. Su vida, marcada por el divorcio de sus padres y una juventud vivida entre mujeres fuertes, moldeó su carácter y su pasión por las historias, con la revelación de cómo su abuela, mamá y hermana fueron sus pilares durante años.
Desde niño, su fascinación por la comunicación se manifestó a través de juegos con radios y narraciones de partidos de fútbol. “Recuerdo grabarme con cassettes, relatando partidos”, contó con nostalgia. Sin embargo, su primer gran amor fue la actuación, una vía que le permitió superar su timidez. “El teatro me liberó, me ayudó a ser más extrovertido”, expresó.
Figuras emblemáticas de Valencia
El descubrimiento de Aldemaro Romero, un referente del periodismo en Venezuela, lo impactó profundamente. “Leí su crónica sobre las Arenas de Valencia y me dije: ‘Yo voy todos los días al Ateneo de Valencia, ¿cómo es posible que no lo supiera?’”, recordó con emoción. Asimismo, esta revelación lo llevó a crear contenido que explora la historia cultural de su ciudad, que destacan la importancia de las placas históricas que muchos ignoran.
Andrés ha transformado su amor por la historia en contenido viral, que combinan gastronomía y anécdotas de Valencia. “Mis videos más populares son los que cuentan historias de lugares emblemáticos”, afirmó.
Con más de 15 años en Venezuela, específicamente en la ciudad de Valencia, Andrés Uruguayo resalta que su enfoque no solo busca entretener, sino también “educar y despertar la curiosidad de los valencianos sobre su patrimonio cultural”.
En medio de todo lo que ha vivido Venezuela, Andrés observa la resiliencia de la gente: “El humor es un mecanismo de defensa. El venezolano lo sabe en el ADN”, concluyó.