Déficit en transporte afecta al occidente de Carabobo
“Tuve que renunciar al trabajo porque ya no me era rentable trasladarme a diario desde Canoabo a Bejuma”, contó Rosnely González,
Carabobo.- En el occidente de Carabobo trasladarse de un municipio a otro en transporte público no resulta una tarea fácil ante las diversas dificultades que existen en la zona como falta de unidades, de efectivo, combustible, situación económica y baja afluencia de pasajeros.
“Tuve que renunciar al trabajo porque ya no me era rentable trasladarme a diario desde Canoabo a Bejuma”, contó a Notitarde Rosnely González, una joven madre que habita en la parroquia Canoabo que está a unos 35 minutos de Bejuma.
Explicó que trabajaba en una tienda de ropa, pero gastaba a diario en pasaje 2 dólares, ida y vuelta, que al mes se traducen en 48 dólares en puro pasaje. Además, refirió que, para devolverse a su casa, le costaba mucho, pues las camionetas trabajan hasta las 2:30 p.m. “Si se iba la última camioneta, tenía que pararme a esperar que alguien me diera la cola”, expresó.
Según explicó Ramón León, chequeador de la ruta Canoabo-Bejuma, Bejuma-Aguirre, desde antes de la pandemia los dueños de unidades sufrieron por el tema de los repuestos; luego los golpeó la falta de combustible y la falta de efectivo ocasionó que bajara la afluencia de pasajeros, por lo que muchos se retiraron.
Actualmente estas rutas cuentan con cinco camionetas y cinco carritos por puesto a Canoabo, así como con tres camionetas para Aguirre, que es una localidad del municipio Montalbán. “Antes de la pandemia para Canoabo había 12 camionetas”, acotó.
Choferes de la línea de Chirgua dicen ser afectados por ruta pirata
Para la parroquia Simón Bolívar (Chirgua) de Bejuma, la situación es similar. Jesús Colmenares, conductor de la ruta, explicó que ellos están enfrentando dos situaciones: el equipamiento de combustible y los carros pirata. “No tenemos prioridad para equipar, duramos medio día en una cola; cuando llegamos a la parada ya han pasado los carritos pirata a llevarse los pocos pasajeros que hay”, expresó.
Indicó que pese a que han hablado con dichos conductores para que se unan a la cooperativa y trabajen, pero de manera organizada, éstos han hecho caso omiso, perjudicándolos a ellos. “Ya no viaja la misma cantidad de pasajeros porque la gente a veces no tiene cómo pagar; hacemos una sola vuelta, y no con el carro lleno”, alegó el conductor.
Indicó que la falta de efectivo fue una limitación, pero ha sido resuelta. “Aceptamos divisas, pago móvil y hasta productos, y si son conocidos, pagan después”, dijo Colmenares.
Rutas largas no se escapande la realidad
“Tengo casi una hora esperando que salga alguna unidad para Valencia; hay carros, pero no hay pasajeros y hasta que llenen no se van”, expresó una joven que aguardaba en una de las líneas de carritos por puesto que hacen la ruta Valencia-Bejuma.
Al respecto José Castellanos, chequeador de las unidades que cubren la ruta Valencia-Bejuma-Miranda-Montalbán, explicó que ellos tienen 23 unidades y pocos pasajeros.
“El pasaje de Bejuma–Valencia está en 1,5 dólares y los carritos por puesto lo tienen en $ 2. Hay dos líneas; entonces los pasajeros optan por ir en carrito pensando que es más rápido porque ellos viajan directamente, y como no es mucha la diferencia, entonces se van”, indicó.
Detalló que el pasaje por puesto la línea Valles Altos de Carabobo, que es la más vieja en la zona, lo tenía en 3 dólares y no era una competencia para ellos, pero el año pasado inició a trabajar una nueva cooperativa de carritos, “justo enfrente con un pasaje a $ 2, lo que obligó a la otra ruta a bajar el pasaje”, expresó.
Antonio Ramos, quien trabaja en la línea Valles Altos de Carabobo, indicó que ellos actualmente están pasando una situación muy difícil por la falta de pasajeros. A veces pasan todo el día y logran hacer un solo viaje, a duras penas. “Un pasaje a 2 dólares no da ni para el mantenimiento del carro, pero si la otra línea no sube, nosotros tampoco podemos hacerlo”, expresó.
Explicó que realmente ellos son servicio de taxi compartido, porque para ser carrito por puesto deben llegar a un terminal y ése no es el caso de esta línea.
Los conductores expresaron que si bien es cierto que ha bajado la cantidad de personas que laboraban para Valencia, el problema radica en que hay muchos carros explotando la misma ruta y teniendo el mismo punto de carga. “Deben estar a 300 metros y no se está cumpliendo esto”, señaló Adela Durán, conductora de Valle Altos.
Los trabajadores de estas rutas estiman que es necesario además que las autoridades municipales, quienes otorgan los permisos de ruta y aumento de pasaje, se sienten con el sector transporte y busquen una salida equitativa y justa para todos, tanto para los conductores como los pasajeros, que esperan horas para que parta una unidad. (Corresponsal Bejuma: Paula Bauer)