Carabobo.- Tal día como hoy desde 1839, el mundo entero celebra el momento en que el pionero francés de las artes visuales, Lous Daguerre, introdujo ante la Academia de Ciencias de Francia lo que sería el invento más importante del temprano siglo XIX: el daguerrotipo.

Se trata de una especie de placa de cobre recubierta en plata que, tras ser sumergida en yodo y expuesta a la luz, reveló imágenes permanentes, superando a la primera placa de emulsión del científico Joseph Niepce, quien años atrás había intentado lo mismo.

Aunque en realidad es a Niepce a quien se le debe la creación del primer procedimiento fotográfico, y otros autores como Hippolyte Bayard ya habían conseguido revelar imágenes en papel, la academia francesa reconoció primeramente a Daguerre y por eso la sociedad contemporánea celebra el Día Mundial de la Fotografía cada 19 de agosto.

A propósito de la ocasión, el fotógrafo e investigador social valenciano, Luis Cabrera, sostuvo una conversación con esta casa editorial para hacer un recorrido explicativo de la evolución del “arte de comunicar en imágenes”.

DE LA CÁMARA OSCURA AL TELÉFONO CELULAR

El también profesor de la Universidad Arturo Michelena indicó que, tal y como lo describe el catedrático mexicano Óscar Colorado, la historia de la fotografía se divide en tres fases: química, digital y móvil. “La fotografía química tuvo su auge con el daguerrotipo, pero también tuvo su declive, marcado por la llegada de la fotografía digital en los 90’, que permitió abaratar costos y tener resultados al instante. Ya no teníamos que esperar por los procesos de revelado”, detalló.

La última etapa estuvo definida por la llegada de los dispositivos móviles inteligentes. “Sigue siendo una fotografía digital, pero se puede compartir de inmediato. De ese modo, las imágenes interconectadas en las redes sociales se vuelven parte de nuestro quehacer diario”, aclaró Cabrera.

EL UMBRAL

Para el investigador, es posible que la colectividad esté atravesando la cuarta etapa de la fotografía con la llegada de los NFT. “Estamos atravesando un umbral, y no en la forma de fotografiar, sino en la forma de archivar las imágenes y comercializarlas. Los NFT le otorgan un valor único a cada pieza visual y permiten que los archivos sean más perdurables, evitando el riesgo de extravío de dispositivos que pueden dañarse, como teléfonos, pendrives, discos duros”.

RESCATAR LO HUMANO

Cabrera resaltó otro fenómeno del arte visual: La Inteligencia Artificial (IA) que, por un lado, es capaz de crear imágenes sintéticas con poca o nula intervención humana, en las cuales, a juicio del profesor, se pierden las propiedades testimoniales; y, por otra parte, ha provocado el regreso de la estima por los procesos más artísticos como los analógicos y los artesanales.