"La gente como nosotros tiene que filtrar el contenido desagradable. Alguien tiene que sufrir y ver estas cosas para que nadie más tenga que hacerlo", manifestó Vélez, quien aseguró que veía "niños menores de edad desnudos todos los días", así como personas que eran disparadas y pornografía explícita.

Acorde a la demanda, los acusadores estuvieron expuestos a un ambiente de trabajo inseguro porque TikTok no habría proporcionado un tratamiento de salud mental adecuado para ayudar a lidiar con la ansiedad, la depresión y el estrés postraumático consecuentes de su labor.

Por otro lado, los damnificados denuncian que la empresa los presionaba para alcanzar cuotas agresivas de trabajo, y para alcanzarlas debían ver varios videos al mismo tiempo.

Vélez y Young son parte de un grupo de 10.000 moderadores alrededor del mundo que vigilan lo que se publica en la plataforma, los cuales son defendidos por un movimiento que busca responsabilizar a los gigantes tecnológicos, propietarios de redes sociales, por el bienestar de estos trabajadores.

"Ves desafíos de TikTok y cosas que parecen divertidas y ligeras, pero la mayoría no conoce este otro lado oscuro de TikTok que estas personas están ayudando a que el resto de nosotros nunca veamos", señaló el abogado Steve Williams, involucrado en el caso. (RT)