De acuerdo con su ensayo, los avances de los últimos años han provocado que las personas no busquen desarrollar sus propias capacidades para escribir y, al contrario, en puestos de trabajos o distintos niveles de estudio, donde se requieren estas habilidades, han optado por recurrir a las herramientas de IA. El autor cree que ya no es necesario aprender a escribir ni contratar a alguien para que lo haga, ni siquiera plagiar.
Si bien es natural que la tecnología sustituya ciertas áreas que los humanos habían ocupado históricamente, para Graham la IA puede llevar a que la mayoría de las personas pierda esta habilidad en pocas décadas.
"La razón por la que a tanta gente le cuesta escribir es que es fundamentalmente difícil. Para escribir bien, hay que pensar con claridad, y pensar con claridad es difícil", afirmó Graham.
Una encuesta global sobre IA publicada el pasado mes de agosto por el Consejo de Educación Digital, una alianza de universidades y representantes de la industria educativa, mostró que el 86 % de los estudiantes ha incorporado la IA como parte de sus herramientas de aprendizaje y el 54 % la utiliza semanalmente.
Principalmente, los estudiantes emplean la IA para buscar información, verificar la gramática y resumir textos. Entre las aplicaciones más frecuentadas se encuentran ChatGPT, Grammarly y Microsoft Copilot.