Impactantes descubrimientos arqueológicos que sorprendieron en 2024
Los avances de este año nos permiten conocer más que nunca sobre nuestra historia
Ciencia.- En 2024, la arqueología se sigue transformando gracias al uso de nuevas tecnologías que permiten descubrir secretos ocultos de civilizaciones pasadas. Desde el uso de LIDAR para descubrir ciudades bajo densas selvas, hasta la aplicación de inteligencia artificial para leer pergaminos quemados hace más de dos mil años, los avances de este año nos permiten conocer más que nunca sobre nuestra historia.
A continuación, algunos de los hallazgos más importantes de 2024, en los que la tecnología ha jugado un papel fundamental.
Egipto: tumbas, amuletos y nuevas revelaciones sobre el antiguo Nilo
El Egipto antiguo sigue siendo una fuente constante de fascinación para los arqueólogos. En 2024, se han realizado importantes hallazgos en varias regiones del país, que ofrecen una visión más profunda de las prácticas funerarias y la vida cotidiana en el antiguo Egipto.
Uno de los descubrimientos más destacados fue el desenterramiento de 33 tumbas en el sur de Egipto y otras 63 en el delta del Nilo, donde se encontraron amuletos de oro, monedas, y cerámica. Estos artefactos, con alrededor de 2.000 años de antigüedad, corresponden a periodos posteriores en la historia egipcia, y se espera que revelen más sobre las prácticas funerarias de la época y los objetos que acompañaban a los muertos en su viaje al más allá.
La silla de montar más antigua en China
La silla de montar más antigua jamás encontrada, que data de hace 2.700 años.
Este artefacto fue desenterrado en el cementerio de Yanghai, cerca del desierto de Taklamakán, en el noroeste de China. Aunque los caballos fueron domesticados mucho antes, la silla de montar representa un avance tecnológico crucial en la historia de la equitación.
Hecha de cuero cosido y rellena de paja y pelo de animal, esta montura es un testimonio de las prácticas de los pueblos nómadas de Asia Central, y su conservación se debe en gran parte al ambiente extremadamente seco del desierto, que preservó los materiales orgánicos. Este descubrimiento ayuda a entender cómo las antiguas civilizaciones adaptaron nuevas tecnologías para facilitar el transporte y la guerra.
La máscara de Jade y los hallazgos en tumbas mayas
Se continuaron desvelando importantes secretos sobre la civilización maya, con varios hallazgos significativos en tumbas que ofrecen nuevas perspectivas sobre sus rituales y creencias. Uno de los descubrimientos más destacados fue el hallazgo de una máscara de jade en una tumba en la región sur de México. Se cree que esta máscara, finamente elaborada, pertenecía a una figura de alta jerarquía, probablemente un líder o sacerdote, y estaba destinada a acompañarlo en su viaje al más allá. El jade, considerado un material sagrado por los mayas, simbolizaba la inmortalidad y el renacimiento, características esenciales en sus creencias religiosas.
Este hallazgo forma parte de un conjunto más amplio de descubrimientos en las tumbas mayas, que incluyen joyas de jade, cerámica y otros objetos rituales. Las tumbas desenterradas han revelado detalles clave sobre los rituales funerarios mayas, que involucraban ofrendas y sacrificios, con la intención de asegurar una transición exitosa al mundo espiritual. Los arqueólogos han encontrado también restos de serpientes de jade, que simbolizan la conexión entre el mundo terrenal y el inframundo, además de máscaras de piedra que reflejan el alto grado de sofisticación en las prácticas funerarias de los mayas.
Nuevas revelaciones sobre Stonehenge
Un descubrimiento reciente en Stonehenge, el monumento neolítico ubicado en el suroeste de Inglaterra, ha arrojado nueva luz sobre su construcción. Investigadores de 2024 encontraron que la piedra del altar de Stonehenge, ubicada cerca del centro del monumento, proviene de Escocia, a más de 300 kilómetros de distancia. Esta revelación muestra que los constructores de Stonehenge transportaron esta enorme piedra de más de seis toneladas en una época en la que aún no se usaban ruedas.
Este hallazgo sigue ampliando el conocimiento sobre la construcción de Stonehenge, que se considera uno de los sitios más enigmáticos de la prehistoria europea. Los estudios anteriores ya habían demostrado que las gigantescas piedras sarsen del círculo principal de Stonehenge se trajeron de una cantera local, pero las piedras azules, que forman el círculo interior, llegaron de Gales, a más de 160 kilómetros de distancia. Estos descubrimientos continúan generando preguntas sobre el propósito y las técnicas de construcción del monumento, considerado como un importante centro religioso en la Edad del Bronce.