Ciencia y Tecnología
Descubre los riesgos ocultos por el uso excesivo del celular y por qué alejarse puede extender la vida
Depresión, obesidad, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, problemas de fertilidad, demencia e incluso infartos cerebrales son males asociados al uso de estos dispositivos
11 de enero de 2025
Ciencia y Tecnología.- En la era digital, el teléfono móvil se ha convertido en una extensión de nuestras manos. Lo usamos para comunicarnos, informarnos, entretenernos e incluso trabajar. Sin embargo, el uso excesivo de estos dispositivos podría estar teniendo consecuencias más graves de lo que imaginamos.

Estudios recientes advierten que la exposición prolongada a los celulares no solo afecta el bienestar mental y emocional, sino que también puede poner en riesgo la salud física a largo plazo.

¿Cómo afecta el celular a los niveles de estrés?

El uso constante del celular genera un aumento crónico de cortisol, la hormona principal del estrés. Según David Greenfield, profesor de Psiquiatría Clínica en la Universidad de Connecticut, “tus niveles de cortisol están elevados cuando tu celular está a la vista o cerca, o cuando lo escuchas o incluso piensas que lo escuchas”.


Esta respuesta del cuerpo es similar a la que se produce ante un peligro físico inminente, como un ataque, pero en este caso se activa por notificaciones, correos electrónicos o interacciones en redes sociales.

Este estado de alerta constante provoca picos de estrés que, si se repiten durante largos periodos, pueden derivar en problemas de salud graves. Los niveles elevados de cortisol han sido vinculados con enfermedades como: depresión, obesidad, síndrome metabólico, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, problemas de fertilidad, demencia e incluso infartos cerebrales.

¿De qué manera afecta el celular la calidad del sueño?

Uno de los hábitos más extendidos es revisar el celular antes de dormir. Sin embargo, esta costumbre podría estar afectando seriamente el descanso. La luz azul que emiten las pantallas de los dispositivos altera la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo del sueño.

Investigadores de la Escuela de Medicina de Harvard encontraron que quienes leen en dispositivos electrónicos tardan más en conciliar el sueño, producen menos melatonina y experimentan un retraso en el inicio del sueño profundo.

Dormir con el celular cerca también implica interrupciones frecuentes. La Fundación Nacional del Sueño reveló que el 22% de las personas duerme con el teléfono encendido en la habitación y un 10% se despierta varias veces durante la noche por notificaciones. Esta exposición constante afecta la capacidad de lograr un sueño profundo y reparador.

¿Por qué el celular puede afectar la toma de decisiones?

Los picos constantes de estrés no solo afectan la salud física, sino también la capacidad mental. El cortisol elevado impacta directamente en la corteza prefrontal, área del cerebro encargada de la toma de decisiones y el pensamiento racional.

Robert Lustig, profesor emérito de Endocrinología Pediátrica en la Universidad de California, afirma que esta región cerebral actúa como el “Pepe Grillo del cerebro”, evitando que cometamos errores.

La afectación de esta área puede reducir el autocontrol y aumentar la probabilidad de tomar decisiones impulsivas. Un ejemplo claro es la tendencia a escribir mensajes mientras se conduce, una conducta que pone en riesgo la vida y está influenciada por la búsqueda de alivio ante el estrés generado por el celular.

¿Es posible romper el ciclo de estrés tecnológico?

La buena noticia es que reducir el estrés causado por el celular es posible. Al implementar ciertos cambios en el uso de los dispositivos, se pueden disminuir los niveles de cortisol y mejorar la salud general. Aquí algunas estrategias recomendadas por expertos:

Desactivar notificaciones innecesarias: Limitar las alertas a aquellas verdaderamente importantes ayuda a reducir la sensación constante de urgencia.
Alejar el celular durante la noche: Mantener el dispositivo fuera de la habitación evita interrupciones y mejora la calidad del sueño.
Establecer horarios sin celular: Tomar descansos digitales, como un “sabbat digital” de 24 horas o pequeños intervalos durante el día, ayuda a romper la dependencia.

Eliminar o esconder aplicaciones estresantes: Identificar las aplicaciones que generan ansiedad y moverlas a carpetas menos visibles o eliminarlas por un tiempo puede reducir el impulso de revisarlas constantemente.

Practicar la atención plena: Observar cómo el cuerpo reacciona físicamente al deseo de revisar el celular permite reconocer patrones de ansiedad y gestionarlos mejor.
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VÍA NT
FUENTE Infobae