Según los estudios, las personas que fueron favorecidas en la infancia por sus padres tienden a ser psicológicamente más estables. También tienen más éxito profesional, relaciones de pareja más duraderas y menos problemas de comportamiento. Sin embargo, qué niños tienden a ser preferidos ha sido poco investigado hasta ahora, escriben Jensen y McKell Jorgensen-Wells de la Western University en London, Ontario, Canadá.
Para investigar esto, el dúo analizó estudios y bases de datos con casi 20.000 participantes, principalmente de EE. UU. y Europa Occidental. Consideraron, entre otros factores, el orden de nacimiento, el género y los rasgos de carácter.
Efectos ligeros pero visibles
Martin Diewald elogia el estudio como "bien hecho". "A diferencia de otros trabajos, aquí no se compararon niños de diferentes familias, sino hermanos reales", explica el sociólogo.
Los investigadores pensaron inicialmente que las madres tenderían a favorecer a las hijas y los padres a los hijos, pero los resultados los sorprendieron. Según el análisis, los padres tienden a preferir a las niñas sobre los niños, y esto aplica no solo para las madres sino también para los papás. De los rasgos de personalidad evaluados, los niños concienzudos, es decir, responsables y organizados, también parecían recibir un trato más favorable, posiblemente porque los padres los encuentran más fáciles de manejar.
En ambos casos, los efectos son solo ligeros, aunque los padres deberían ser conscientes de esto, señala el estudio.
Jensen se mostró sorprendido de que la extraversión no se asociara con el favoritismo. "Los estadounidenses parecen valorar especialmente a las personas extravertidas, pero dentro de las familias puede que importe menos", explicó.
En cuanto al orden de nacimiento, los padres eran más propensos a dar mayor autonomía a los hermanos mayores, posiblemente porque eran más maduros.
Los niños sociables facilitan muchas cosas
"Los padres hacen diferencias, a menudo inconscientemente", explica Diewald, quien no participó en el estudio. "Y los padres desarrollan una relación más cercana con los niños sociables, porque esto hace muchas cosas más fáciles."
Sin embargo, el experto enfatiza que esto no significa que los padres amen menos al resto de sus hijos, y da un ejemplo: los padres pueden apoyar especialmente a un hijo aparentemente desfavorecido (por ser más débil o menos talentoso) para darle las mismas oportunidades de vida.
El trato desigual a menudo es inconsciente
Sin embargo, los hermanos no deben percibir esto como una desventaja. Una percepción de postergación puede tener consecuencias de por vida, por ejemplo, en la autoestima, dice Diewald. Esto puede manifestarse, entre otras cosas, en las relaciones de pareja.
Los niños deben saber que el trato desigual puede ocurrir inconscientemente. "Los sentimientos de agravio a menudo no son intencionales", enfatiza Diewald. "La mayoría de las veces, los padres intentan ser justos con sus hijos".
Para evitar malentendidos, deberían hacer su comportamiento transparente hacia sus hijos. El autor principal Jensen también enfatiza este aspecto: "Lo crucial es asegurarse de que todos los niños se sientan amados y apoyados".
Los investigadores señalan que, al ser un estudio correlacional, no pueden establecer las causas exactas del favoritismo parental, aunque sí identifican áreas donde los padres deberían prestar más atención a sus interacciones con los hijos.