Ciencia y Tecnología
Asteroide YR4: Los científicos tienen hasta mayo para determinar si su trayectoria final impactará contra la Tierra
Su tamaño, estimado entre 40 y 90 metros
11 de febrero de 2025
Ciencia.- Las agencias espaciales y la comunidad científica han puesto su mirada en el asteroide 2024 YR4, una roca detectada a fines de 2024 que podría impactar contra la Tierra el 22 de diciembre de 2032. Pero la cuenta regresiva ya comenzó, ya que los expertos tienen tiempo hasta mayo de este año para obtener datos claves, porque en ese mes en que dejará de ser visible hasta su próxima visita. Estos datos serán fundamentales para determinar su trayectoria final.

Aunque la probabilidad actual de colisión es baja, el hecho de que haya superado el umbral del 1 % de riesgo ha encendido las alarmas a nivel internacional.


Lo que comenzó con números de 1,3 %, pasó a 2,3 %, según los cálculos más recientes del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS), elaborado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, una cifra que la Agencia Espacial Europea (ESA) ha confirmado con su propia estimación del 2,27 %.

A medida que se suman observaciones, los astrónomos intentan refinar los cálculos para determinar si el 2024 YR4 representa una verdadera amenaza o si, como ha ocurrido en otros casos, su trayectoria se alejará del planeta con el tiempo.



El asteroide 2024 YR4 fue detectado por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS), desde un telescopio en Chile. Su tamaño, estimado entre 40 y 90 metros, lo coloca en la categoría de objetos que, en caso de impacto, pueden causar daños significativos a nivel local.

Desde su descubrimiento, ha sido observado por telescopios de todo el mundo, pero conforme avanza en su órbita, se vuelve cada vez más difícil de detectar.

El licenciado Mariano Ribas, jefe de Divulgación Científica del Planetario de la Ciudad de Buenos Aires, explicó a Infobae que el objeto fue descubierto el 27 de diciembre por uno de los telescopios de la red Atlas, que es un sistema de monitoreo y búsqueda de objetos cercanos a la Tierra.

“Los científicos tienen hasta mayo para seguirlo y observar su trayectoria. Luego, ya no será visible desde la Tierra. El asteroide volverá a pasar a miles de kilómetros de la Tierra en 2028, en su órbita de 4 años en el Sistema Solar y allí tendremos otra oportunidad de comprobar cómo es su camino. Y finalmente, en 2032 nos visitaría de más cerca”, sostuvo Ribas.

“Tenemos que seguir recolectando observaciones, pero a día de hoy seguimos teniendo casi un 98 % de probabilidad de que no impacte”, explicó Juan Luis Cano, coordinador del Servicio de Información de la Oficina de Defensa Planetaria de la ESA.

“Una vez que el asteroide sea prácticamente invisible para los telescopios terrestres, los científicos se reunirán y, si sus parámetros orbitales siguen por encima del umbral crítico, enviará a la la Agencia de Naciones Unidas que sigue de cerca los riesgos potenciales de los asteroides (UNOOSA) un informe con acciones recomendadas a tomar”, indicaron desde la Red Internacional de Advertencia de Asteroides.

La NASA y ESA, movilizaron sus sistemas de observación y seguimiento. Esto generó la activación de un Protocolo de Seguridad anti asteroide, promovido por Naciones Unidas.

“A partir de la estimación de impacto se vio que el 22 de diciembre de 2032 va a pasar muy cerca de la Tierra. Eso en términos reales, es a unos 50.000, 100.000, o 150.000 kilómetros, con márgenes para arriba y para abajo. La probabilidad inicial de impacto comenzó en el orden de 1,3% y se fue elevando a 1,6 % y ahora supera el 2 %. En algunos estudios indican que sería más, inclusive”, agregó Ribas.

Los otros asteroides que preocuparon al mundo

El 2024 YR4 no es el primer asteroide que ha generado preocupación a nivel global. En el pasado, se han registrado casos de objetos espaciales que parecían representar una amenaza, pero que finalmente fueron descartados como peligrosos.

Uno de los ejemplos más conocidos es el asteroide Apofis, descubierto en 2004. Las primeras estimaciones indicaban un 2,7 % de probabilidad de impacto para 2029, pero con el tiempo, nuevos cálculos demostraron que pasará a unos 38 mil kilómetros de la Tierra, sin riesgo de colisión.

Otro caso es el evento de Tunguska, en 1908. Un objeto de entre 30 y 50 metros explotó en la atmósfera sobre Siberia, arrasando más de dos mil 100 kilómetros cuadrados de bosque. Este fenómeno se considera el impacto más devastador registrado en tiempos modernos.

Si bien el 2024 YR4 es un objeto más pequeño, un posible impacto podría liberar una energía de ocho megatones de TNT, lo que equivale a 500 veces la potencia de la bomba de Hiroshima.

El plan de acción internacional

Dado que la probabilidad de impacto aún no ha sido descartada, la Organización de Naciones Unidas ha activado sus protocolos de monitoreo a través de la Red Internacional de Advertencia de Asteroides (IAWN) y el Grupo Asesor de Misiones Espaciales (SMPAG).

“Se está simplemente informando de que, como expertos y por nuestros protocolos, tenemos que poner una atención especial a este asteroide particular”, explicó Juan Luis Cano, coordinador de la Oficina de Defensa Planetaria de la NASA.

Las opciones de respuesta ante un posible impacto incluyen desde misiones de desvío hasta planes de evacuación en caso de que la colisión ocurra en una zona poblada.

En 2022, la NASA probó con éxito la misión DART, la primera en la historia en alterar la órbita de un asteroide mediante un impacto controlado. Si fuera necesario, una estrategia similar podría aplicarse al 2024 YR4 antes de su acercamiento en 2032.

¿Dónde podría impactar?

Si el asteroide mantiene su trayectoria actual y no se desvía, la posible zona de impacto abarca un amplio corredor que incluye:

  • Colombia, Venezuela y el norte de Brasil
  • El océano Atlántico y el Golfo de Guinea
  • África central y la India

Si cayera en el mar, podría generar tsunamis de gran magnitud. Si impactara en tierra firme, los daños dependerían del lugar y del ángulo de colisión.

El astrónomo Daniel Bamberger explicó que las estimaciones actuales son preliminares y que la zona exacta solo podrá definirse con mayor precisión cuando el asteroide sea observado nuevamente en 2028.

“Lo más probable es que 2024 YR4 explotase en el cielo, en lugar de dejar un cráter en la superficie del planeta”, indicaron los especialistas.

A pesar del creciente interés y la incertidumbre, los científicos insisten en que la probabilidad de impacto aún es baja y que lo más probable es que, con más datos, el 2024 YR4 sea reclasificado en el nivel 0 de la escala de Turín, lo que significaría que no representa un peligro real.

“No estamos preocupados por el asteroide 2024 YR4, ya que las probabilidades de que no impacte son del 99 %”, aseguró Paul Chodas, director del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA.

Sin embargo, la vigilancia continuará. La tecnología actual permite detectar, monitorear y mitigar posibles amenazas espaciales con suficiente anticipación.

Como concluyeron los expertos, estos eventos son una oportunidad para unir a la comunidad internacional ante un enemigo común: los asteroides potencialmente peligrosos.
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VÍA Equipo de Redacción Notitarde
FUENTE Infobae