Posibles soluciones y riesgos
Antes de la última exención, Apple planeaba cambiar su cadena de suministro, aumentando la producción de iPhone para EE.UU. en la India, que habría estado sujeta a gravámenes más bajos. De este modo, la empresa quería evitar una subida significativa de los precios. Sin embargo, esto habría sido una solución a corto plazo, ya que la capacidad de producción en la India es de solo unos 30 millones de iPhones al año, cuando Apple vende alrededor de 220-230 millones de estos dispositivos al año.
Bloomberg señala que aún persiste el temor a una crisis, dado que las políticas de la Administración Trump podrían volver a cambiar. Según el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, los 'smartphones' y otros dispositivos electrónicos, se verán afectados por el nuevo arancel a los semiconductores, y entonces Apple tendrá que desarrollar una nueva estrategia.
Alrededor del 87 % de iPhones, el 80 % de iPads y el 60 % de los ordenadores Mac se fabrican en China, de acuerdo con los datos de Morgan Stanley. La decisión de Trump pretende animar a Apple a trasladar la producción a EE.UU., pero debido a la escasez de ingeniería y fabricación esto es casi imposible a corto plazo.
Además, las plantas de la compañía estadounidense en China son consideradas las más eficientes y también son necesarias para la venta de los productos de Apple a otros países, lo que le genera el 60 % de sus ingresos.