.- Permítase por un momento la siguiente pregunta ¿Es posible predecir el futuro? El matiz de la interrogante acompañada de, una
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No obstante, si le prestamos atención a declaraciones como “la brecha de contagios por Covid-19 aumentará el mes próximo” o “La media nacional de delincuencia disminuirá a partir del 1 de enero del siguiente año”, estos enunciados evocan conceptos como ciencia, conocimiento experto y rigor. Sin embargo, también son predicciones sobre el futuro.
Si nos sumergimos en los fundamentos establecidos para crear estas predicciones, seguramente se habrán utilizados métodos matemáticos para su ejecución con probabilidades finitas cuyo margen de error, rompe en el extremo mínimo de casi ser perfectos, a lo que llamamos un 99,999% de credibilidad y un 0,999% de error.
Pero que sucede cuando no es un pronóstico matemático o científico sino proveniente de un ente religioso, en materia de espiritismo, santería o alguna otra rama que se dedique a lo esotérico.
Según el espiritista, Rubén Antonio Pacheco, quien lleva más de 15 años trabajando con lo que él denomina “cuadro de guías espirituales”, comúnmente conocidos como “los muertos”, ratifica que una predicción esotérica nunca será cien por ciento certera ya que aunque las ánimas comuniquen ciertas profecías, la palabra de Dios es la última, y si éste desea cambiar alguna decisión, es quien tiene el mayor poder de todos en hacerlo.
Mediante cartas españolas, caracoles africanos, tabaco, chamalongos –concha de coco-, entre otros objetos, son los implementos necesarios para consultar a una persona con el mundo del más allá, para así dar con ciertos consejos por parte de los espíritus. Quienes deseen seguir y hacer caso a estos comentarios, verán los posibles resultados entregados, por parte de un ministro esotérico, así comentó Pacheco.
¿Qué dice el desarrollo cognitivo de una persona que predice o cree en las predicciones?
El enfoque cognitivo, centra en una idea de que los pensamientos rigen la conducta del individuo. En este sentido, el enfoque cognitivo afirma que las personas interpretan las situaciones en función a lo que aprendieron en sus experiencias pasadas. Por tanto, el humano interpreta el mundo, a las personas y a si mismo bajo conceptos. Lo "divino" podría ser un teoría que varía en cada cultura, expresó Edgar Alvarado, Licdo. en Psicología mención Clínica, FPV. 15.499.
Por otro lado, Alvarado, afirma que, en el enfoque cognitivo existe el término "sesgo de confirmación". Un sesgo es un error en la interpretación de una persona. Un ejemplo de un sesgo de confirmación podría ser: si una persona hace la danza de la lluvia y horas después llueve, la persona puede pensar que llovió porque él hizo la danza de la lluvia.
No obstante, el especialista aclara que, pudo llover por diversas explicaciones climatológicas, pero el sesgo de confirmación hace que la persona interprete la situación para que se adapte a lo que piensa. Por ende, si una persona afirma que percibe señales "divinas" puede deberse a un sesgo de confirmación, aunado a su concepto de lo que es divino, esotérico y lo que no.
“La ciencia psicológica no ha explicado hasta ahora que el humano pueda leer el futuro, de modo que la existencia de resultados ante esas prácticas dependerá de su creencia”, enfatizó el psicólogo.
¿Debo creer o no sobre las predicciones religiosas o prácticas como el Tarot?
En función a lo previamente establecido, las prácticas metódicas para el vaticinio del futuro dependerán de la creencia, cultura, religión y credibilidad de cada ser humano.
En los pueblos originarios de Latinoamérica, de quienes somos descendientes, llevamos en nuestra historia enmarcaciones atribuidas a dioses, buscando una buena cosecha, fertilidad y prosperidad económica que podrían ser imputadas a sus oraciones, cambios climáticos o al destino con su cruel marcha de finiquitar lo que él escribe para el presente y los días por venir.
No podemos señalar que centenares de años de historias establecidas y sus costumbres son falsas, o afirmarlas; desde el ámbito científico es imposible matemáticamente calcular y determinar cuánto de fiabilidad hay en esto.
Paradójicamente la ciencia y la religión van de la mano pero también caminan separados. Mientras que podemos calcular que la curva de contagios por coronavirus puede aumentar o disminuir, de igual forma no se puede cuantificar si algún ente del “más allá” predijo el futuro de un ser necesitado de ayuda.
Con 4.543 mil millones de años que tiene el mundo y con 200 mil años de vida de la humanidad, hemos escrito una historia infinita de verdades y mitos, seguiremos haciéndolo por los que nos queda de tiempo, ahí radica lo valioso de nosotros.
No importa quienes digan si o no, siempre tendremos el derecho universal de creer o discrepar.
Por Randy Abreu