Banksy atrapado "in fraganti", una cámara de seguridad lo registró pintando su última pared
Dos nuevas obras del enigmático artista callejero aparecieron en Londres en menos de 24 horas. El grafitero anónimo confirmó la autoría de las obras
Cultura.- La semana comenzó de improviso con un nuevo atractivo en las calles de Londres: otro mural de Banksy, con la imagen de una cabra haciendo equilibrio en una cornisa, apareció sobre la pared blanca de un edificio en Richmond, al suroeste de la ciudad, cerca del puente de Kew. Lo más insólito de la cuestión parecía ser que el escurridizo grafitero anónimo quedó registrado en una cámara del circuito cerrado de seguridad vial trabajando en su última obra sobre una grúa. Por más que un casco y una máscara preservaron su identidad, el artista se atribuyó el mural en su cuenta oficial de Instagram certificando así lo que por su inconfundible estilo parecía una obviedad. Sin embargo, lo verdaderamente excepcional llegó esta mañana, cuando en menos de 24 horas Banksy presentó una segunda nueva obra: la silueta de dos elefantes con sus trompas estiradas que asoman la cabeza por unas ventanas cerradas.
El hallazgo de la cabra se dio con las primeras horas de luz del lunes, alrededor de las cinco de la mañana. El video obtenido de las cámaras de la vía pública muestra primero la llegada de una furgoneta de la que se bajan dos hombres vestidos con ropa naranja de alta visibilidad. El que se supone que es Banksy, habla con su acompañante en la parte trasera del vehículo antes de poner manos a la obra.
Según consignó la BBC, sobre el significado de la pintura algunos sugirieron que la imagen del animal en un precipicio representa “a la raza humana estando actualmente al borde de la extinción”, mientras que otros interpretaron que la inclusión de una cámara de CCTV en la obra se refiere una vez más a que aún en los espacios más apartados no hay privacidad, un tema recurrente del grafitero.
Varios vecinos de Kew se declararon encantados con la aparición de la pintura ante sus puertas: “Esperamos que se quede aquí”, dijeron; por su parte, la empresa Boss & Co., tras descubrir la sorpresa en el exterior de su edificio, habría confirmado que lo protegería para preservarlo, según consignó el Daily Mail, que arriesga un valor de diez mil libras para ese muro.
Una situación semejante vivieron este año los vecinos de Hornsey Road, en Finsbury Park, cuando Banksy pintó de verde una pared detrás de un árbol podado para que pareciera el follaje y con un stencil adjuntó a la imagen una persona sosteniendo un rociador. Hoy, que las hojas volvieron a brotar en la copa del árbol, el mural está naturalmente camuflado, y los vecinos del Tree Mural -marcado como “atracción turística” en el Google Maps- protegieron con un acrílico la pintura e improvisaron un cerramiento para separar la pared de la ola de curiosos que a diario llegan hasta allí para ver el Banksy. En definitiva, todos saben de la fama del artista anónimo y de los miles extra que podría adquirir el valor de una propiedad privada por haber sido ungida con la gracia de una de sus pinturas.
