"En 2015, mientras grabábamos en una finca en Haití que cultivaba distintos productos, vi un árbol de cacao por primera vez. Nunca había presenciado una mazorca de cacao en vivo antes. En Venezuela, ni siquiera le había prestado atención", relató Alfredo Jorge, fundador de Cacao Zoku, durante su entrevista realizada por el catador de chocolates venezolano, Gabriel Balbas para un reconocido diario nacional.
A pesar de haber crecido en un país tan rico en cacao como Venezuela, Alfredo nunca había tenido una conexión con este fruto. Fue su esposa quien tuvo la idea de importar cacao de América a Japón, un país donde el chocolate es muy apreciado, con talleres reconocidos en todo el mundo, como el del chocolatero Tsujiguchi Hironobu, ganador de múltiples premios en el Salón del chocolate de París.
Japón es también un mercado importante para las grandes marcas de chocolate europeas, como el francés Alain Ducasse y el belga Pierre Marcolini. En un entorno lleno de famosos chocolateros y pasteleros con décadas de experiencia, Jorge decidió abrir una chocolatería en Tokio en 2020, aprendiendo el arte a través de videos en internet. Durante su investigación, descubrió un canal en Youtube llamado Chocolate Alchemy, creado por el experto chocolatero John Nanci. Después de ver los 10 episodios, donde Nanci explica el proceso de hacer chocolate desde el grano hasta la barra, Alfredo decidió comprar su primera máquina de chocolate y replicar el proceso artesanal en casa.
"El primer chocolate que hice tenía un sabor horrible, estaba quemado y nadie lo podía comer, ni siquiera mis mejores amigos. Pero en lugar de desanimarme, me motivó a analizar mis errores. Sabía que tenía que conseguir un cacao de mejor calidad, aprender a tostarlo y empecé a construir mi propia máquina para descascarillar las semillas. Si podía hacer drones, podía hacer mis propias máquinas de chocolate", recordó el venezolano sobre sus inicios.
Hoy en día, gran parte de la maquinaria utilizada en la chocolatería Zoku para convertir las semillas de cacao en tabletas y bombones es de elaboración propia de Jorge, compitiendo en productividad con chocolaterías internacionales que utilizan tecnología industrial. La chocolatería Zoku se destaca por utilizar cacao venezolano de excelente calidad y procesarlo cuidadosamente en cada etapa. Esto les ha permitido obtener la calidad necesaria para participar en las semifinales de Asia y el Pacífico de los Chocolate Awards en 2022, conocidos como los premios más prestigiosos de la industria chocolatera.
"Participamos en los Chocolate Awards cada año y siempre obtenemos resultados diferentes. Es una competencia difícil, ya que en Asia todavía hay poco conocimiento sobre los sabores y aromas del cacao venezolano, que tiene un perfil muy distinto a otros cacaos populares en esta región. Además, competimos con marcas muy fuertes", explicó Jorge sobre lo que significa ganar una medalla en los premios en Asia, donde se enfrentan a chocolaterías de alto nivel como la taiwanesa Fu Wan, que ganó 18 medallas en la final mundial de los Chocolate Awards en 2023.
Hoy en día, la chocolatería venezolana de Alfredo Jorge en Tokio se destaca por ofrecer cacao que viaja más de 14 mil kilómetros. Compran cacao principalmente de pequeños productores en el estado de Carabobo y lo llevan a Japón para elaborar tabletas y bombones en su tienda en DenEnchofu, un barrio importante al sur de Tokio.
"Hemos notado que a los japoneses les encanta el cacao de Patanemo, que produce un chocolate con notas cítricas y un toque de canela. Por eso también lo usamos en nuestros bombones. Se emocionan y nos preguntan dónde se encuentra ese pueblo, y nosotros se lo explicamos", detalló Alfredo Jorge, quien ahora se dedica por completo a su chocolatería. Además, en su tienda también ofrecen café con granos venezolanos, lo que despierta aún más la curiosidad de sus clientes por los productos agrícolas de su país.
En junio de 2024, el cacao de Patanemo fue declarado como cacao venezolano con Indicación Geográfica Protegida (IGT), una certificación entregada por el Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI). Esto reconoce al cacao del estado de Carabobo por su fama y reputación en la región, destacando su posicionamiento internacional, según afirma el organismo en su página web. De esta manera, se le da una distinción similar a la que catapultó a Chuao años atrás en los mercados internacionales.
La chocolatería Zoku se ha convertido en un lugar que acerca a los japoneses y asiáticos a los sabores del cacao venezolano de alta calidad, transportándolos sensorialmente a pequeños pueblos cacaoteros en las costas de Venezuela, como Patanemo, que son casi desconocidos para los consumidores de chocolate de todo el mundo. Después de cuatro años en el mercado japonés, Alfredo Jorge se ha consolidado como un chocolatero exitoso y ya está pensando en internacionalizar su marca. Actualmente están trabajando en la apertura de una tienda en España, que será la primera fuera de Asia, y planean abrir otros dos puntos de venta en Shanghai y Dubai en un futuro cercano. (Autoría del artículo Gabriel Balbas)