El fundador de Trujillo, Diego García de Paredes trasladó su ciudad (Trujillo), a este lugar en 1560, donde permaneció hasta 1563 con el nombre de Trujillo de Salamanca. Desde ese año, lo que quedó se conoció como Pueblo de Indios de Boconó, construyéndose allí una ermita dedicada a San Alejo. Es un pueblo de historia, que se distingue por sus valores culturales patrimoniales.

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Entre los sitios arqueológicos encontramos la "Cueva del Caballo", de formación natural, ubicada cerca de una quebrada, es un lugar de difícil acceso y abundante vegetación, tiene ocho metros de profundidad y suficiente altura para entrar en ella de pie, se presume que este sitio, sirvió de refugio a los indígenas que habitaban la zona, allí se encontraron diversos utensilios, como vasijas, conchas marinas y
figuras zoomorfas.

Su economía se basa fundamentalmente en la producción de café, hortalizas y frutas, Boconó se encuentra rodeado de pueblos muy apacibles, con paisajes de ensueños, como San Rafael, San Miguel, Tostós y Niquitao, de ríos como el Boconó y el Burate. Este municipio, tiene parques y avenidas muy bonitas, una iglesia impresionante que se ve desde lejos con una gran torre. Boconó fue visitada por nuestro Libertador en 1813 durante la Guerra independentista y viendo tanta belleza la declaró "El Jardín de Venezuela" (no confundir con otra ciudad venezolana. Ilustremos: ciudad Jardín de Maracay, estado Aragua).

El Centro Poblado de Boconó está ubicado, al pie de una montaña, las construcciones son continuas, con altura predominante de un piso, las edificaciones conservan su aire colonial y republicano que presenta un pueblo que quedó atrapado en el tiempo. Es una población pintoresca, que cuenta con un clima placentero, lugar encantador para el turismo, la recreación y el esparcimiento. ¡Preservemos y salvaguardemos nuestro patrimonio cultural! (NP)