en la ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa en un partido que por ritmo, intensidad y nivel de juego de ambos equipos fue más parecido a una eliminatoria de la Liga de Campeones.
en el estadio Diego Armando Maradona después de que Piotr Zielinski abriera el marcador en el primer tiempo y Ferran Torres, de penalti, lo igualara en el segundo.
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Por primera vez en diecisiete años el Barcelona no disputaba una eliminatoria de la máxima competición europea. No sonó el himno de la ‘
Champions’ ni voleó la estrella en el centro del césped antes del pitido inicial. Ingredientes impropios de una gran noche europea. Sin embargo, en el césped y en las gradas -73.525 espectadores con ganas de animar- sí se vio un duelo de alto nivel.
Y eso que Xavi prefirió
dejar en el banquillo a dos titulares com ‘Gavi’ y Busquets. Pese a ello, el conjunto azulgrana no renunció a plantear una presión voraz, que los italianos sortearon sin miedo, mimando el balón con la clase de Fabián.
El primer tanto del partido llegó al minuto 29, Elmas se inventó un quiebro en la banda derecha, esperó la llegada de Piotr Zielinski que impacto raso con la diestra. Rechazó con los pies Ter Stegen que en el segundo disparo del centrocampista polaco no pudo hacer nada para evitar el gol.
El Barca puso el empate de penalti al minuto 59 desde el punto penal con tanto de
Fernan Torres.
El
gol animó a Xavi a realizar un triple cambio. Dio entrada de una tacada a Busquets, ‘Gavi’ y Dembélé, muy silbado por el público del Camp Nou después del pulso entre el club y el jugador en el mercado de invierno.
El Barcelona siguió remando buscando la victoria, mientras que el Nápoles, algo fatigado, lo apostó todo a alguna carrera aislada de Osimhen o Mertens, que sustituyó al nigeriano.
El carrusel de cambios de Spalletti, que se vio obligado a cambiar al mediocentro Anguissa por lesión, desordenó a su equipo, que vivió los últimos minutos sacando agua del barco. (
EFE)