Con Jhoulys Chacín programado para abrir ante los puertorriqueños en el LoanDepot Park, la representación sudamericana lucía con muchas posibilidades de volver a tener una buena actuación monticular.
Sin embargo, el experimentado derecho no pudo lanzar, ya que tuvo lo que el manager Oswaldo Guillén describió como molestias en el brazo, posiblemente “un calambre”… con más pruebas pendientes.
Ante tal situación, Guillén tuvo que acudir como “opener” al brasileño Thiago Da Silva, quien permitió cinco hits y tres carreras (dos limpias), seguido por Ángel Padrón, que de su parte concedió dos anotaciones más de los Criollos. Eso, combinado con una falta de bateo oportuno, le quitó el invicto a Venezuela y puso a los Tiburones con marca de 2-1 en el clásico caribeño.
“Tú tienes que estar preparado para eso”, comentó Guillén acerca de la situación que se le presentó a su equipo. “Hay que ajustarse a lo que hay”.
El equipo de La Guaira sí tuvo sus oportunidades para remontar. No obstante, los Tiburones batearon de 11-2 con corredores en posición de anotar, algo acentuado por un ponche de Odúbel Herrera con las bases llenas en la séptima entrada ante el relevista de Caguas, Chávez Fernander. En total, Venezuela dejó a 12 corredores en circulación.