Ohtani alcanzó el registro en la séptima entrada cuando despachó la pelota del parque, por encima de la pared del jardín izquierdo, con un compañero en circulación frente a los envíos del relevista Mike Baumann.
El japonés, quien previamente se había robado su segunda almohadilla del juego y la 51 de la temporada, volvió a destacar en el noveno capítulo ante el utility dominicano Vidal Bruján, quien estaba lanzando por los Marlins. Con este tercer vuelacercas, productor de tres anotaciones, Ohtani llegó a 51 cuadrangulares y estableció la marca de 51 en jonrones y en bases robadas.
Además de crear el club de 50 o más jonrones y 50 o más bases robadas, Ohtani estableció una nueva marca de cuadrangulares para los Dodgers, dejando atrás el récord anterior, que estaba en manos del dominicano Adríán Beltré, quien disparó 48 vuelacercas en la temporada de 2004.
Tras firmar un contrato récord en el deporte, de 10 años y 700 millones de dólares antes del inicio de la temporada, Ohtani ha demostrado lo mejor de su juego en Los Ángeles, en una campaña en la que parece llevar el premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional en el bolsillo y con la primera postemporada de su carrera que lo espera a la vuelta de la esquina.