La segunda situación ocurrió cuando los jugadores venezolanos anotaron su segundo gol a cinco minutos del tiempo adicional, pero en esta ocasión el VAR sí intervino y anuló el gol por una supuesta falta.
Dudamel expresó su descontento en la conferencia de prensa posterior al partido, criticando las decisiones del equipo arbitral y sugiriendo que deberían sentir vergüenza por su desempeño y su falta de ética profesional.
«Es el día de mayor frustración en mi carrera. Siento una vergüenza ajena por lo que hoy (miércoles) se ha vivido en Tunja. El daño que le está haciendo el arbitraje al fútbol colombiano es tremendo», comentó.
«Hay dos nombres que no se pueden olvidar en el fútbol colombiano a partir de hoy, el árbitro principal, Wílmar Montaño, y Keiner Jiménez. No se va a olvidar nunca porque lo que han hecho en este partido de fútbol ha sido vergonzoso», añadió.
Finalmente, afirmó que estos árbitros han perjudicado no solo a la organización del Bucaramanga, sino también a sus carreras y a sus familias.
«Hoy han atentado contra nuestra carrera, contra nuestras familias, contra la inversión de los dueños de equipo. No se trata del dueño de Atlético Bucaramanga, de los jugadores de Atlético Bucaramanga o del cuerpo técnico del Atlético Bucaramanga. Hoy han atentado contra la moral, contra la dignidad, contra los valores de todo el fútbol colombiano», concluyó.