Falleció la leyenda del cuadrilátero George Foreman a sus 76 años
Está considerado uno de los 10 mejores boxeadores de los pesos pesados de todos los tiempos
Deportes.- “Fui rescatado de la cuneta, dejé de huir y esconderme de la policía”, así se expresó George Foreman en una entrevista realizada en el 2023. Big George, como se le conocía, llegó a ser campeón de los pesos pesados en 1973 y protagonizó el regreso casi imposible al recuperar el título con 45 años, lo nunca visto.
George Foreman, que además de estrella de cuadrilátero fue un rico empresario con un negocio de parrillas, actor en varias series y colaborador en un libro infantil, falleció este 21 de marzo a los 76 años, según anunció su familia en la página de Instagram.
Hubo mucho escepticismo cuando 10 años después de retirarse decidió regresar al ring. Pero, rompió el molde, cuando derrotó en 1994 a Michael Moorer, que era el campeón imbatido, recuerda La Vanguardia de España.
Su carrera se expandió en generaciones de boxeadores de los que hicieron época. Después de ganar la medalla de oro en los Juego Olímpicos de México, en 1968, Foreman compitió con Joe Frazier y Muhammad Ali en la década de los 70, con Dwight Muhammad Qawi en los 80 y Evander Holyfield en los 90.
Su popularidad, a la que se añadió su simpatía en los anuncios de sus parrillas que protagonizaba luciendo delantal, le ayudaron a convertirse en multimillonario.
Nació el 10 de enero de 1.949 en Marshall (Texas). Era hijo de una ama de casa, Nancy Ree, y de un trabajador en la construcción de vías ferroviarias. Nunca escondió que, con su poderoso físico, se dedicaba a amenazar a la gente y a la pequeña delincuencia durante su adolescencia. Una vez que dejó la escuela, la vida le cambió a los 16 años al entra en el programa Job Corp que introdujo el presidente, Lyndon B. Johnson para ofrecer oportunidades a jóvenes pobres.
Ahí fue donde Foreman empezó a boxear a los 17 años. En escasos 18 meses se hizo con el oro olímpico, en una pelea en la que derrotó al soviético Iona Chepulis. Lo noqueó en el segundo asalto.
Ya como profesional tuvo una apretada agenda de combates, incluso llegando a boxear una docena de veces año. Logró un récord de 37-0 y obtuvo su primera oportunidad para competir por el cinturón mundial. Le disputaría el título a uno de los mejores, a Joe Frazier, en Kingston (Jamaica), en 1973.
Aunque era el perdedor en las apuestas Foreman dominó la lucha y derribó seis veces a Frazier antes de que el árbitro parara la pelea en el segundo asalto. La sorpresa fue de época y los expertos calificaron la victoria de increíble, con una demostración de fuerza inimaginable.
Defendió el título en dos ocasiones antes de que se produjera uno de los momentos históricos en este deporte. El combate con Ali, en Kinshasa, en el entonces Zaire, el 30 de octubre de 1974, se hizo famoso mundialmente como Rumble in the jungle, la pelea en la selva. Al revés de contra Frazier, en esta ocasión Foreman salía como favorito. Pero Ali recuperó el título y causó la primera derrota profesional de Foreman, que aguantó en pie hasta el octavo asalto para desplomarse.
Tras ese fracaso tuvo otras cinco victorias, incluida otra contra Frazier, pero al perder contra Jimmy Young, en1977, optó por colgar los guantes a los 28 años, citando sus creencias religiosas y los deseos de su madre.
Su vocación religiosa le llevó a convertirse en predicador en 1978, en un centro para jóvenes en Houston (Texas).
Las doce cuerdas, sin embargo, le atraían y no dejaron de atraerle pese a las oraciones y las plegarias. En 1987 dijo “volveré a ser campeón” y sonó a fanfarronada de Peter Pan, si bien no escondió que también lo hacía por dinero.
Se marcó un plan de trabajo de tres años, con entrenamientos como si empezara desde abajo del todo. Volvió a boxear con frecuencia, hasta nueve combates anuales. Y en 1991 logró una nueva pelea por el título de los pesados. Tenía 42 años y enfrentó a Holyfield. Perdió a los puntos. Tuvo mucho coraje aunque se quedó en un ejercicio de bravura, según los especialistas
Vinieron un par de victorias y perdió de nuevo, esta vez contra Tony Morrison. Pese a esta carrera irregular, su manager obtuvo otra oportunidad para competir por el cetro mundial contra el campeón. Moorer, que había derrotado a Holyfield, tenía 26 años.
No pocos sostuvieron que Foreman no se merecía esta ser el elegido, prebenda que, decían, solo le otorgaron por la fama y el reclamo que suponía su edad. En cuadrilátero iba perdiendo en las cartulinas de los árbitros cuando soltó un golpe que noqueó a Moorer en el décimo asalto. Moore había lanzado 641 puñetazos por 369 de Foreman, al que le correspondió el que contaba de verdad. El definitivo. Era el campeón mundial de más edad en la historia.
“Todo lo que desees lo puedes conseguir, mírame a mí esta noche”, comentó después de la pelea.
Ganó en tres ocasiones la defensa del cinturón, si bien contra rivales de poca entidad, lo que hizo que el órgano de gobierno del boxeo le llamara la atención al negarse a competir contra los que le proponían. Perdió a los puntos contra Shannon Briggs en 1997. Foreman ya había cumplido los 48. Fue su retirada.
Su registro final constó de 76 victorias y cinco derrotas. Está considerado uno de los 10 mejores boxeadores de los pesos pesados de todos los tiempos.
Regresó a su centro de jóvenes, ejerció de comentarista de boxeo en televisión y, sobre todo, encontró la muy lucrativa senda de vender parrillas para hamburguesas. Dejó la corona del boxeo para ser el rey de la barbacoa.
