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Según comenta el productor, los comerciantes no están comprando dichos vegetales porque son muy costosos en las ciudades. Aunque haya una alta producción, los compradores se llevan alrededor de 5 a 10 cestas; a diferencia de la papa, la cebolla y la zanahoria que se llevan 30, 40 y hasta 100 cestas.

Morales asegura que además de la falta de compradores y las lluvias tienden a dañar más rápido los alimentos que tardan en salir del campo.

Explicó que asistir al brócoli y coliflor es muy costoso debido a los fertilizantes y el mantenimiento constante, porque trae mucha plaga. «Da mucho dolor y mucha lástima ver cómo se pierde», expresó.

Morales apuntó en entrevista para Fedecámaras Radio que el saco de cebolla se encuentra alrededor de los US$30 y la papa que, empieza a bajar de precio, se vende entre US$40 y US$45 el saco. (Banca y Negocios)