Lo que sí es cierto es que hay una recuperación y esto hay que resaltarlo, porque en medio se encuentran las sanciones de Estados Unidos que han afectado al país y eso nadie lo puede negar.

En medio de este panorama, luce favorable también el acercamiento con los países aliados, que ha permitido el aumento de la producción y el ingreso de recursos que le permiten al Ejecutivo maniobrar.

Por ello se han garantizado ingresos para continuar con la estrategia de contener el precio del dólar y de mantener las compras para épocas tan delicadas como la navideña, por ejemplo.

Las sanciones

Gracias a los aliados el Ejecutivo ha logrado mantener un margen de producción que le permite a su vez resolver problemas como el abastecimiento, tanto de gasolina como de otros rubros.

Esto, pese a las sanciones que, según sabemos, pueden ser suavizadas, en el marco de los acercamientos entre las administraciones de Joe Biden y Nicolás Maduro.

Aunque públicamente no se dice nada, extraoficialmente y sobre todo, discretamente, ambos gobiernos siguen conversando alrededor de las sanciones, puesto que el petróleo y la política de Biden hacia Maduro y Venezuela es de él personalmente, aunque sigue siendo muy importante para EE.UU.

Chevron

En este sentido, la empresa Chevron y la posibilidad de que por fin la OFAC relaje las sanciones y le permita ampliar sus operaciones en Venezuela, se podría decir que está más cerca.

Por ello, desde hace tiempo, directivos de la empresa hacen contactos con funcionarios de la Casa Blanca, con la finalidad de que se permita extender las operaciones en Venezuela, más allá de lo que establece la licencia que, por cierto, está por vencerse.

El crecimiento

En medio de este panorama de crecimiento, tenemos algunos desaceleramientos en la economía, pero que no van a incidir en los resultados de fin de año, cuando se prevé que haya un repunte de al menos 7%.

Los expertos y las firmas internacionales hablaban de un crecimiento de entre 10% y 12%. Pero, si es de solo 7%, ya es ganancia para nosotros.

El desaceleramiento existe, sobre todo por lo que pasó con el tipo de cambio entre agosto y septiembre y también por los efectos del IGTF, pero, aun así, habrá crecimiento.

Falta por resolver problemas como las fallas en los servicios y el asunto delicado del alto encaje bancario que no permite el crédito, pero ese es otro tema que se debe evaluar aparte.

Lo cierto es que hay crecimiento y, aunque ligero, y eso no se puede negar.

Analista Económico, Político e Internacional y exministro de Industria y Comercio

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