Ello supone crecimientos interanuales de la demanda de 2,03 mbd (2024) y de 1,74 mbd (2025). Hace un mes preveía que los aumentos serían de 2,11 y 1,78 mbd, respectivamente.
Pese a esos “pequeños” ajustes a la baja (de 80 mil barriles en 2024 y 40 mil en 2025), el crecimiento del consumo petrolero se situará este año “muy por encima del promedio histórico de 1,4 mbd observado antes de la pandemia de la covid-19”, destaca el documento.
Estos cálculos se basan en la previsión de que la economía mundial crecerá en un 3% este año, y en un 2,9% en 2025.
“El crecimiento económico global demostró ser resiliente” en la primera mitad de 2024, y “ese patrón se extendió al tercer trimestre, impulsado por un fuerte gasto de los consumidores”, destaca la OPEP al resaltar la razón de su optimista visión, que contrasta con la de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
Esa entidad defensora de los intereses energéticos de las naciones industrializadas sitúa el crecimiento de la demanda por debajo del millón de bd, tanto en este como en el próximo año.