El montaje de la obra estuvo a cargo de la agrupación actoral Sombras y Huellas, que hace vida en la Casa de la Cultura de Naguanagua, y contó con la actuación magistral de la actriz Sabrina Garrido La pieza contiene un mensaje de lucha y amor propio.
Por su parte, Yocselyn Rondón, habitante de la comunidad Tarapio I, expresó, "me parece una obra educativa para las mujeres. De verdad que muchas de nosotras podemos vernos en ese espejo, sobre todo para reflexionar a no seguir encerradas, sufriendo".
Asimismo, dijo "le doy mi agradecimiento a la alcaldesa Ana González, por invitarnos a disfrutar esta obra, para que continúe con estos detalles y así la mujer entienda y recapacite ante hechos de maltrato y violencia".
Por otro lado, Carmen Ojeda que dijo "Nosotras somos valiosas como seres humanos y no nos podemos dejar de nadie, somos empoderadas, podemos seguir adelante y ser exitosas" concluyó.