Conozca el neerlandés que recorre Suramérica y quedó encantado de Venezuela
“Me gusta mucho este país, la gente es muy amable, hay bastante naturaleza, la comida es riquísima, es una nación muy completa”
Espectáculos.- Hutger Hanssens es un neerlandés de 24 años de edad que renunció a su empleo como reclutador de Recursos Humanos en Países Bajos para vivir la aventura de recorrer Latinoamérica en bicicleta. Su travesía inició hace dos meses en Venezuela y ahora, desea pasar más tiempo en el país recorriendo diversos estados.
Hanssens inició con esta idea luego de realizar una visita que hizo a México en el año 2021 donde conoció a Steve Odiet, un hombre que había rodado en bicicleta desde Alaska hasta la Patagonia, por lo que se entusiasmó con esa historia, volvió a Países Bajos se preparó, ahorró, compró una bicicleta, una cocina, algunas cosas útiles para su viaje y un boleto con destino a Venezuela, de acuerdo a lo reseñado por la periodista Gabriela Magilbray de El Diario.
LLegó a Caracas a principios del mes de abril, comenzó a documentar toda su experiencia a través del canal en Youtube y en su cuenta de Instagram con el mismo nombre @lifestylestudenttravel, donde su intención, es mostrar la realidad actual de Venezuela y motivar a otros a que regresen de visita a su país.
Los planes de Hanssens, era permanecer un lapso no mayor a 90 días, sin embargo, ahora realizó el viaje desde el estado Táchira a Caracas para extender su estadía y así tener la posibilidad de conocer los estados Sucre, Monagas, Anzoátegui e incluso Canaima.
“Me gusta mucho este país, la gente es muy amable, hay bastante naturaleza, la comida es riquísima, es una nación muy completa”, resaltó Rutger Hanssens.
Hasta ahora, uno de sus destinos favoritos han sido las playas del Parque Nacional Morrocoy, en Falcón, y Choroní, en el estado Aragua. Aunque asegura que también disfrutó su paso por Mérida.
“En todas las ciudades he tenido distintas vivencias. En Caracas estuve muy cómodo porque me quedé en casa de una amiga por casi tres semanas. En todas partes la aventura ha sido positiva”, indicó.
En Táchira, vivió parte de las ferias y fiestas de San Juan de Colón, en el municipio Ayacucho, y se unió a un grupo de ciclistas que luego lo acompañó en la ruta desde esa zona hasta Palo Grande, rumbo a San Cristóbal.
“Estos ciclistas me permitieron quedarme en sus casas, me ayudaron mucho”, dijo Roger.
Además, aparte de probar la comida típica de distintas regiones del país, desde empanadas de cazón, chicha, pasando por cachapas de pernil y queso de mano, hasta pastelitos andinos y pabellón criollo ha aprendido el vocabulario propio de cada zona.
“Tengo una lista de nuevas palabras en mi teléfono. He aprendido varias como ‘qué fino’, y aquí en Táchira aprendí a decir ‘toche’, que es muy popular”, señaló.
Aunque, este viaje a Venezuela no es su primera experiencia como "mochilero" la idea de recorrer esta parte del continente americano tiene una razón: quiere mejorar su dominio del idioma español.
“Yo aprendí con una aplicación pero quiero hablarlo bien y aquí (en Venezuela) no hay mucha gente que hable inglés, así que escogí estos destinos para mejorar el idioma”, explicó.
Si bien ese es su principal objetivo, no es el único. Él tiene un canal en YouTube y quiere mostrar a través de esa plataforma que en esta parte del continente hay destinos que valen la pena visitar y que Venezuela es uno de ellos.
"Sabía que no hay muchos turistas (en Venezuela), que la economía está un poco difícil, nuestro gobierno habla un poquito mal sobre el país y mucha gente tiene miedo de venir pero por eso compré un boleto y decidí vivir mi experiencia que ha sido muy diferente a como pensé antes de estar aquí”, admitió.
Aunque sus expectativas eran otras, Rutger asegura que no tenía miedo de venir. Antes del viaje, una amiga de Caracas le aclaró muchas dudas que tenía porque en Internet no consiguió tanta información actualizada sobre Venezuela.
No viaja solo
En su visita a La Pastora, estado Lara, conoció a una familia que vivía en una hacienda quienes le permitieron quedarse allí por tres días para descansar y ver sus actividades, pero en el lugar había muchos perros y Rutger pensó que quizá sería buen momento para decidirse y adoptar uno.
“La gente no tiene dinero para esterilizar a los perros y había varios cachorros. Yo vi al perrito y pensé en llevarlo conmigo hasta Chile y así fue”, recordó.
El neerlandés lo adoptó y lo llamó Chimó, como el tabaco de mascar, para de alguna manera recordar ese lugar y a las personas que viven ahí.
A Rutger Hanssens aún le queda camino por recorrer en Venezuela. Seguirá transitando por diferentes destinos turísticos del país y viviendo de cerca la experiencia con la gente de cada región, para conocer desde su cotidianidad hasta su cultura y costumbres.
