Y es que cuando los hijos de Jada y Will Smith aún eran pequeños, dormían en la misma cama que sus padres. En un principio, a la pareja le pareció una idea adorable, pero cuando Jaden ya tenía unos seis años, Will comenzó a cansarse y extrañar la intimidad que tenía con Jada. Fue así que, viendo la frustración de su esposo, Jada decidió crear una habitación dedicada al sexo sólo para ellos dos.
“Para que tuviéramos nuestro propio espacio, construí un precioso nido de amor para los dos adultos en nuestro dormitorio, con un techo abovedado lleno de estrellas parpadeantes”, confiesa Jada en sus memorias.
La pareja disfrutó de ese pequeño espacio durante algún tiempo, pero como pasa en la mayoría de familias, los niños terminaron adueñándose también del nido de amor de sus padres.
Si bien la situación de la alcoba es uno de los pasajes más curiosos del libro, el verdadero shock de este llega con las revelaciones de la salud mental de Jada, la cual mermó conforme pasaron los años.
“Durante dos décadas había puesto buena cara, había seguido la corriente y le había dicho a todo el mundo que estaba bien. Sin embargo, en el fondo, los ataques de depresión y la desesperanza abrumadora se habían consumido hasta convertirse en un fuego infernal en mi corazón roto. Los sentimientos desagradables de no merecer amor hacían más difícil comprender la desconexión entre la supuesta vida perfecta que había logrado y el pozo de pérdida que llevaba conmigo. La terapia me ayudó hasta cierto punto. Me hizo llegar a los cuarenta. Pero, ¿con qué fin?”, explica Jada en Worthy.
Quien también compartió sus pensamientos sobre las memorias de Jada fue Will Smith, quien le mandó una carta donde le reiteraba su apoyo y amor más que nunca tras conocer todas estas revelaciones.
“Una cosa es escuchar anécdotas en una barbacoa familiar, pero fue realmente sobrecogedor asimilar tu historia, condensada de esta manera tan potente. Eres única, una rara mezcla de poder y delicada sensibilidad. Sé que no fue fácil excavar las profundidades de esa manera. Te aplaudo y te honro. Si hubiera leído este libro hace 30 años, sin duda te habría abrazado más”, escribió el oscarizado actor.