Luis Miguel finaliza su gira mundial en Buenos Aires por todo lo alto (+Detalles)
La presentación del artista boricua puso a corear a todo pulmón a cada uno de sus fanáticos
Espectáculos.- La carrera del cantante puertorriqueño, Luis Miguel marcó un memorable en la historia musical de Argentina, puesto que el también conocido como El Sol de México, ofreció un emotivo cierre de su gira mundial en el icónico Campo Argentino de Polo. Ante una multitud entusiasta, el cantante deslumbró con una actuación que se convirtió en un auténtico tributo a su legado.
Desde su llegada a la capital argentina el pasado sábado 14 de diciembre, la atención mediática se centró en el artista y su pareja, la empresaria española Paloma Cuevas. La pareja, que oficializó su relación recientemente, disfrutó de la ciudad, compartiendo momentos en reconocidas parrillas locales como Don Julio y Cabaña Las Lilas, donde capturó la atención de los fanáticos y curiosos por igual.
El momento culminante de la noche llegó a las 9 de la noche, cuando Luis Miguel apareció en el escenario con sus clásicos “Será que no me amas” y “Suave”. El público se unió en un coro vibrante, en una atmósfera mágica bajo el cielo estrellado. El artista, con su inconfundible traje negro, cautivó a los presentes con su carisma y gestos emblemáticos, llevándolos a un viaje nostálgico a través de su vasta carrera.
La velada también fue un homenaje al tango, con interpretaciones de “Por una cabeza”, “Volver” y “El día que me quieras”, que establecieron una conexión profunda con su audiencia: “La música trasciende fronteras, y aquí me siento en casa”, afirmó Luis Miguel durante el espectáculo, reflejando su aprecio por el público argentino.
Las baladas románticas, como “Hasta que me olvides” y “Por debajo de la mesa”, suscitaron una ola de emociones entre los asistentes, quienes se dejaron llevar por la poderosa interpretación del artista. Su voz, intacta a pesar del paso del tiempo, resonó con fuerza, con un recuerdo a todos por qué ha sido un ícono en la música latina.
El espectáculo culminó con una ovación ensordecedora, mientras Luis Miguel se despedía de su ferviente público. Tras la función, el artista se dirigió al Aeropuerto de Ezeiza, donde un avión privado lo aguardaba para llevarlo a España. Sin embargo, antes de partir, el cantante se tomó un momento para interactuar con sus fans, mientras compartía sonrisas y saludos, un gesto que reflejó su conexión genuina con ellos.
Luis Miguel cerró su gira en la ciudad que, con su pasión y melancolía, fue el escenario ideal para una despedida inolvidable. A medida que su avión despegaba, la voz del artista seguía resonando en los corazones de los argentinos, dejando una huella imborrable que perdurará en el tiempo.
