Al día siguiente, durante la noche del viernes, el actor, acompañado de su mujer, su hijo y un grupo de amigos británicos y empresarios, dio un paseo por el casco histórico de Lugo, el cual finalizó con una parada en el conocido restaurante Campos, situado en las inmediaciones del centro de la ciudad.
“Vino porque tenía el antojo de comer aquí, y la experiencia le encantó”, afirman desde el restaurante, donde además explican que el intérprete no dudó en hacerse fotos con el resto de los clientes del local y firmar el libro de visitas de éste. “Gracias por ofrecerme a mí, mis amigos y familia una experiencia que nunca olvidaré. Volveremos. Lo haremos”, escribió en éste.