La Policía Nacional de Perú (PNP) cerró determinadas calles del centro con rejas y permitió el acceso a una de las vías que conecta al Congreso, la Avenida Abancay, que ha permanecido cerrada en anteriores marchas, pero retuvieron a los manifestantes a unas tres cuadras de la sede del Legislativo, algo que evitó los habituales enfrentamientos.
Los gritos de "Estado asesino", "Cierre del Congreso", acompañaban fotografías de fallecidos en las protestas, muñecos caricaturescos de Boluarte y banderas de numerosas provincias, comunidades y departamentos del país.
Como viene siendo habitual, la mayoría de los negocios permanecieron cerrados y las principales calles y avenidas contaron con una fuerte presencia policial.
Según datos de la Defensoría del Pueblo, 47 personas que participaban en las protestas fallecieron fruto de enfrentamientos, mientras que un policía murió tras ser quemado vivo por manifestantes.
A estas víctimas, se suman diez decesos en sucesos relacionados con los bloqueos de carreteras y una muerta ocurrida en la norteña región de La Libertad, confirmada por la Policía.
Asimismo, Boluarte anunció la muerte de otro paciente que necesitaba llegar a Lima pero quedó retenido en los bloqueos, y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) reportó la muerte de cuatro haitianos, además del bebé nonato confirmado por Unicef.