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"Lo que está ocurriendo en Mariúpol es un enorme crimen de guerra, [están] destruyendo todo, bombardeando y matando a todos", dijo Borrell, a su llegada a una reunión de cancilleres europeos en Bruselas, citó AFP.

Por su parte, la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, apuntó que "se trata claramente y sin dudas de crímenes de guerra".

Varios de los cancilleres presentes este lunes en Bruselas mencionaron que la magnitud de la destrucción justificaba discusiones sobre sanciones adicionales contra Rusia.

"Visto el nivel de la destrucción en Ucrania en este momento, es muy difícil, en mi opinión, argumentar que no deberíamos movernos hacia [sanciones contra] el sector energético, particularmente el petróleo y el carbón", dijo el canciller irlandés, Simon Coveney.

"Estamos trabajando mucho para reducir nuestra dependencia de las importaciones combustibles fósiles (...) y vamos a salir de la dependencia energética que tenemos con relación a Rusia", dijo Baerbock.

En tanto, el canciller de Lituania, Gabrielius Landsbergis, señaló que "el petróleo representa la fuente de ingresos más importante para el presupuesto ruso, y es fácilmente reemplazable".

Ucrania rechazó el lunes un ultimátum ruso para entregar la asediada ciudad de Mariúpol, escenario de intensos bombardeos desde el inicio de la ofensiva rusa en territorio ucraniano.

La ciudad carece ahora de electricidad, agua potable o gas combustible. De acuerdo con las autoridades locales, fuerzas rusas se llevaron por la fuerza a unos 1.000 habitantes de Mariúpol.