La policía lo remitió hoy a la fiscalía para que lo interrogue sobre los sucesos acaecidos desde el jueves, informó la agencia Kyodo.
El sospechoso confesó a la policía que apuñaló a las mujeres porque "habían hablado mal de él", y que disparó a los agentes, que acudieron a la casa al recibir una llamada de un vecino que presenció uno de los apulañamientos, por temor a que ellos abrieran fuego antes.
Aoki, que es el hijo mayor del portavoz de la asamblea municipal de Nakano, se atrincheró después durante horas en la casa donde vive con su padres y su tía y, según ha contado hoy la policía, durante horas estuvo considerando quitarse la vida, pero se le logró convencer de que se entregara tras varias llamadas telefónicas.
Japón aplica una estricta normativa de tenencia de armas, que está prohibida con la excepción de armas con usos específicos como la caza.
Para esos casos se aplican amplios controles y complejos procedimientos burocráticos.
El detenido contaba con licencia para cuatro armas, entre ellas rifles y pistolas de aire comprimido.