"Está relajado. Sabe lo que hizo. Entre todos haremos lo posible para resolver pronto el caso", soltó el abogado, Khun Anan, en declaraciones a la prensa que lo esperaba en la puerta de la cárcel, entre ellos a EL MUNDO.

Sancho se declaró culpable ante el magistrado, que denegó la solicitud de libertad bajo fianza y, después de reconstruir junto al detenido el crimen en la isla de Koh Phangan, ordenó su traslado la prisión de la isla vecina, que se encuentra a 40 minutos en ferry.

A Sancho le esperan 10 días bajo aislamiento siguiendo un protocolo Covid que se mantiene en el sistema penitenciario tailandés. En este tiempo, únicamente podrá ser visitado por el abogado que ha contratado su familia.

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 "Cuando salga del aislamiento podrán venir. Daniel puede apuntar en una lista hasta 10 nombres de personas que quiera que vengan a verlo", contaba el abogado a la salida después de entrevistarse más de una hora con el español. Los padres del acusado habrían pospuesto el viaje a Tailandia por la imposibilidad actual de ver a su hijo.

El letrado explicó que una asesoría jurídica asentada en Bangkok, donde trabajan abogados españoles que están en contacto con la familia, es la que se puso en contacto con él para la representación legal en Koh Samui.

Los plazos en los que se mueve la justicia tailandesa no son buenas noticias para la familia del español: la sentencia puede tardar en dictarse Sancho se declaró culpable ante el magistrado, que denegó la solicitud de libertad bajo fianza (incluso un año se podría demorar, como ha ocurrido en diversos casos). Según ha explicado Khun Anan, la Policía tiene un plazo de casi tres meses para completar la investigación. Después, el juez estudiará todas las pruebas hasta dictar sentencia. "La prisión provisional podría prolongarse hasta seis meses", aseguraba el abogado. Aunque estos son plazos orientativos y la justicia tailandesa puede extender el proceso más tiempo.

"Colaboraré en todo lo que pueda", dijo Sancho el lunes a EFE. 

El hijo del actor Rodolfo Sancho se enfrenta a un duro proceso judicial en un país con un código penal que contempla incluso la pena capital para casos de homicidio, aunque suele ser conmutada por cadena perpetua, o directamente, como ha sucedido en otros asesinatos, el culpable es castigado con un periodo de prisión de entre 15 y 20 años.

La última persona ejecutada en el país del sudeste asiático fue en 2018. La estrategia a seguir por parte de la defensa de Sancho será solicitar una extradición, un proceso complejo porque Tailandia apenas cuenta con acuerdos bilaterales al respecto con un puñado de países, y España no se encuentra entre ellos. Pero si es sentenciado a cadena perpetua, Sancho se puede agarrar a un convenio firmado entre España en Tailandia en 1987 por el cual, después de cumplir los primeros cuatro años entre rejas, podrá pedir el traslado a España.

Después del juicio, si finalmente Sancho es condenado, lo más probable es que sea trasladado hasta la prisión de Klong Prem, en Bangkok, donde compartirá cárcel con otros cuatro reos españoles.

Entre ellos destaca el mediático caso de Artur Segarra, condenado a muerte (aunque luego la pena fue conmutada por cadena perpetua) por el asesinato premeditado y posterior descuartizamiento en 2016 del también español David Bernat.

Klong Prem es una mega prisión de máxima seguridad hacinada con más 6.000 reclusos, la mayoría de ellos cumplen condenas por delitos relacionados con drogas. Las últimas cifras publicadas sobre la prisión de Koh Samui, también con problemas de hacinamiento, precisaban que dentro se encontraban casi 700 presos, 14 de ellos extranjeros.