¿Es seguro?: Verterán agua radiactiva del central nuclear de Fukushima
Japón, comenzará a verterse este jueves en el océano Pacífico, si las condiciones meteorológicas lo permiten
Internacional.- El
agua radioactiva de la central nuclear de Fukushima Daiichi, en Japón, comenzará a verterse este jueves en el océano Pacífico, si las condiciones meteorológicas lo permiten, informó el
primer ministro nipón, Fumio Kishida, a pesar del rechazo de la comunidad mundial.
Esta decisión se dio a conocer tras una reunión del jefe de Gobierno con varios de sus ministros y algunas partes involucradas, así como de su visita a la planta nuclear para evaluar la situación de los preparativos.
El agua que se pretende verter fue utilizada durante el proceso de enfriamiento de los reactores dañados y el combustible fundido a raíz del accidente nuclear desencadenado por el terremoto y tsunami de marzo de 2011 en Japón.
Esta se encuentra almacenada en unos tanques, después de pasar por un exhaustivo procesamiento de líquidos que elimina la mayoría de los radionúclidos.
Sin embargo, dichos recipientes se encuentran al borde de su capacidad máxima. Hasta finales de julio, había almacenados unos 1,34 millones de toneladas de agua tratada, el 98 por ciento de su límite.
Esta medida ha provocado la reacción de los ciudadanos japonés que se han manifestado frente al Parlamento nipón afirmando que esta acción supone una "carga" para el futuro.
Asimismo, los grupos antinucleares han mostrado su rechazo, como la organización ecologista Greenpeace. Esta afirmó, en un comunicado, que la decisión “hace caso omiso de la evidencia científica, viola los derechos humanos de las comunidades en Japón y la región del Pacífico y no cumple con el derecho marítimo internacional. Más importante aún, ignora las preocupaciones de su gente, incluidos los pescadores”.
Preocupaciones medioambientales
Grupos ecologistas en la región también se manifestaron en contra del plan el miércoles, exigiendo en Seúl que se retire el informe de la OIEA que respalda el plan del Gobierno japonés. Greenpeace acusa a Tokio de violar la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar.
Hajime Matsukubo, secretario general del Centro de Información Nuclear de Ciudadanos, en Tokio, se hizo eco de la preocupación por el vertido del agua radioactiva y dijo que había varias soluciones alternativas disponibles y factibles para TEPCO.
"No estamos totalmente de acuerdo con esta decisión y creemos que había mejores opciones disponibles para el Gobierno", dijo a DW. "No hay razones por las que no se podrían haber construido más tanques en el sitio, se podrían haber construido depósitos subterráneos y se podrían haber introducido mejores sistemas de tratamiento para eliminar más radionúclidos", enumeró.
"En cambio, han elegido la opción más fácil y barata", lamentó Matsukubo. "Creo que este siempre fue el plan, ya que liberar el agua siempre iba a ser menos costoso que las alternativas", agregó.
OIEA, en el ojo del huracán
Para Matsukubo, el Gobierno japonés está utilizando el apoyo de la OIEA para seguir adelante con la liberación del agua, casi con certeza antes del final del verano, a pesar de no tener una hoja de ruta clara para el desmantelamiento definitivo de la planta nuclear.
El secretario general del Centro de Información Nuclear de Ciudadanos de Tokio otambién cuestionó la independencia de la OIEA, financiada por países productores de energía nuclear, y cuya labor principal es promover la energía atómica.
Un informe emitido por TEPCO a principios de junio muestra que más del 70 por ciento del agua radiactiva que se liberará no cumplirá con los estándares legales para la descontaminación de la radiación, incluso después de haber sido tratado con el sistema Sistema Avanzado de Procesamiento de Líquidos. (ALPS, por sus siglas en inglés).
La compañía restó importancia al dato, diciendo que el agua pasaría por el proceso de depuración hasta que cumpliera los estándares requeridos.
Como sea, más de 12 años después del segundo peor desastre nuclear del mundo, los japoneses esperan que liberar el agua radiactiva tratada de los tanques de almacenamiento en el sitio sea otro hito en el prolongado proceso de desmantelamiento de la planta nuclear, que llevará al menos 40 años.