México debe replantear, desincorporar o reclasificar su política de drogas conforme al catálogo de sustancias permitidas establecido en la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE-ONU), así como también estudiar cuáles son utilizadas por el sector farmacéutico y cuáles deben tener estrategias claras y mantener el combate para su prohibición ante el crecimiento del uso del fentanilo.

Debe explorarse el uso medicinal, industrial y benéfico de la marihuana con base en investigación científica. También debe ponerse atención al fentanilo, sustancia que en la actualidad representa un gran reto en materia de seguridad y salud en en el país y el mundo.

“Es urgente repensar continuar con la prohibición absoluta, persecución, criminalización y guerra contra las drogas, pues en buena medida han sido los usuarios y el tejido social los que han sentido su vigor y no así el narcotráfico”, afirmó el coordinador del Seminario 4 20, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Imer Flores Mendoza.

En el caso del fentanilo, consideró que es una sustancia que está causando estragos en Estados Unidos y el mundo. Ya hay políticas muy claras de lo que se tiene que hacer y es un tema de cooperación internacional, para que todos los países estemos en la misma sintonía”, comentó.

¿Qué es el fentanilo?

Sustancia efectiva para el dolor, es un opioide sintético 50 veces más potente que la morfina y hasta 100 más que la heroína, por lo que es más peligrosa, tremendamente adictiva y letal. Reportes gubernamentales señalan que el principal problema en el país es su trasiego.

En polvo tiene la apariencia de muchas otras drogas, generalmente se mezcla con otras drogas como heroína, cocaína y metanfetaminas, y se les da la forma de pastillas, similares a las que recetan los doctores. Las drogas mezcladas con fentanilo son extremadamente peligrosas, letales.

En forma líquida, se puede encontrar como aerosol nasal, gotas para los ojos o aplicado en gotas en papel o en golosinas pequeñas.

Traspiés administrativos para legalizar la marihuana
Diversas comunidades que usan cannabis han detectado problemas para tramitar ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) autorización para su cultivo medicinales e industrial; la autoridad solo ha otorgado unos cuantos permisos dejando en el desamparo innumerables peticiones.

Para que el autocultivo de marihuana no sea ilegal, se requiere contar con autorización administrativa, de lo contrario, autoridades de seguridad pueden realizar la detención de quien lo realice; y en lo judicial determinar si hay elementos para judicializarse.

Datos del informe sobre drogas de la ONU

En su informe anual de 2022, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) reportó lo siguiente:

• Aproximadamente 284 millones de personas, de 15 a 64 años, consumieron drogas en el mundo, lo que representó un aumento de 26 por ciento con respecto a la década anterior.

• Los jóvenes son quienes más las consumen, en comparación con la generación anterior.

• En África y América Latina las personas menores de 35 años son las que reciben tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de drogas.

• La legalización de la marihuana en algunas lugares del mundo aceleró el consumo diario, así como las consecuencias relacionadas con la salud.

• Se incrementó, sin precedentes, la fabricación de cocaína y drogas sintéticas hacia nuevos mercados, al igual que las deficiencias en tratamientos contra los narcóticos, especialmente para las mujeres.

• El tráfico de metanfetaminas continúa expandiéndose geográficamente; 117 países han reportado incautaciones.

• Las drogas ilícitas suelen prosperar en situaciones de conflicto y donde el Estado de Derecho es débil, pueden prolongar o exacerbar los conflictos.

Urge la cooperación e intercambio de información

El uso y tráfico de drogas es un problema mundial por lo que es necesaria la urgente cooperación entre naciones para el intercambio de información, que conlleve a la implementación de estrategias para tratar de prevenir su uso.

Ante el panorama actual, se requiere “la prevención, la educación, la información, que la gente entienda muy bien para qué pueden servir estas sustancias (...) La política sobre narcóticos no puede limitarse a la prohibición, a los muertos por el narcotráfico, sino también a la prevención. Para ello es necesario que todos los actores aporten su granito de arena. Desde la academia, toca mantener la discusión del tema y fomentar el análisis científico, desde una perspectiva de derechos humanos y de salud sin dejar de abordar el tema de seguridad”, insistió Flores Mendoza.