Xi Jinping: “Los logros de la Ruta de la Seda se basan en la buena voluntad y no en la agresión”
China ha invertido casi mil millones de dólares en diferentes países en el marco de este ambicioso programa de desarrollo compartido
Internacional.- Esta semana se celebró en Beijing la tercera edición del Foro Internacional de la Franja y la Ruta, con motivo de cumplirse los primeros diez años de esta iniciativa, impulsada por el presidente de la República Popular China, Xi Jinping.
En su discurso inaugural, Xi Jinping declaró que el alcance de la Franja y la Ruta “se expande por Asia, África y América Latina” y agregó que más de 150 países se han beneficiado y más de 30 organizaciones internacionales han suscrito convenios en el marco de la iniciativa.
En el foro participaron más de 10 mil delegados y representantes de más de 140 países y 41 organizaciones internacionales.
China ha invertido casi mil millones de dólares en diferentes países en el marco de este ambicioso programa de desarrollo compartido y se impulsan más de 20 plataformas de cooperación internacional con el objetivo de promover el bienestar de los pueblos.
“Los logros de la Ruta de la Seda se basan no en la agresión, sino en la buena voluntad”, afirmó el Presidente de China, Xi Jinping. En ese sentido, reafirmó que “realizando la Iniciativa de la Franja y la Ruta, apoyamos la ayuda mutua y el bien no solo para nosotros, sino para los demás”.
Durante los 10 años de existencia de la Iniciativa de la Franja y la Ruta se ha logrado “formar una red de cooperación que contiene corredores de transporte, intercambio de información, redes de ferrocarriles y redes marítimas de tuberías”.
“Nos guiamos por los principios de interconexión y el bien mutuo para todos. Aquí, no hay ningún espacio para confrontaciones de bloques, para sanciones unilaterales, para chantaje económico” y “la modernización debe basarse en los principios del desarrollo pacífico, la cooperación mutuamente beneficiosa y la prosperidad para todos”, reflexionó Xi Jinping.
El presidente chino concluyó que “hacer frente a los retos globales no es posible sin la cooperación global” y que las relaciones económicas basadas en la agresión y en las amenazas no promueven “ningún crecimiento económico”.
