Según Naryshkin, en Occidente consideran que el presidente ucraniano "fue demasiado lejos en la creación de su imagen de un partidario intransigente de la guerra contra Rusia hasta alcanzar la victoria" y, en estas condiciones, no podrá ser parte de negociaciones con Moscú para congelar temporalmente el conflicto y "salvar el régimen de Kiev rusofobo".
Al mismo tiempo, señala que como potenciales sucesores de Zelenski figuran el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas del país, Valeri Zaluzhny; el jefe de la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, Kiril Budánov; el jefe de la Oficina del presidente ucraniano, Andréi Yermak; el exasesor de la Oficina presidencial ucraniana, Alexéi Arestóvich; y el alcalde de Kiev, Vitali Klichkó.
Naryshkin opina que cada una de las personas mencionadas puede servir en la tarea de crear "un cordón sanitario" entre Rusia y Europa durante décadas. "Este escenario prevé un alto al fuego entre Moscú y Kiev en el momento en que las Fuerzas Armadas de Ucrania pierdan definitivamente el potencial ofensivo", indicó el Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia.