Los miembros de Hamás ingresaron y le preguntaron dónde estaba su familia, a lo que ella respondió que estaba sola.
"Vos te venís conmigo, acá no va a haber gente, va a haber solo fuego", le dijo uno de ellos.
La mujer le respondió: "No me hables porque yo tu idioma no lo sé, el árabe, y el hebreo lo hablo mal. Yo hablo en argentino, en castellano".
Mientras le apuntaban con un arma, uno de los hombres le pregunta "¿Qué es Argentina?", a lo que Ester Cuño le dice: "¿Vos mirás fútbol? Yo soy de donde es Messi".
Ya con otro tono menos amenazante, el mismo sujeto le contesta: "¿¡Messi!? A mí me gusta Messi". Luego la tomó del brazo, le dio el arma a la mujer para que la sostuviera sobre su regazo, y pidió tomarse una fotografía.
Si bien esta abuela pudo evitar su secuestro al mencionar a Messi, sus dos nietos, David y Ariel Cuño, no corrieron la misma suerte: "Si él (en referencia a la estrella argentina de fútbol) sabe que yo lo mencioné y me salvé, ahora le pediría por mis nietos que están ahí encerrados. Le diría que por favor ruegue a Dios porque son chicos que valen oro".