Según el Gobierno de Hamás en Gaza 14 de las víctimas mortales eran niños y nueve, mujeres. Yman Rashed, un hombre que se había visto desplazado de Ciudad de Gaza y se cobijaba en la escuela, dijo que los misiles golpearon las salas en el segundo y tercer piso, donde se refugiaban familias.
Expresó que había ayudado a sacar cinco muertos, incluidos un anciano y dos niños, uno con la cabeza abierta. “Estaba oscuro, sin electricidad, y nos costó sacar a las víctimas”, dijo Rashed.
Las decenas de heridos – que dejó el ataque-, según el gobierno gazatí, fueron llevados al hospital Mártires de Al Aqsa, en la cercana localidad de Deir al-Balah, que se encuentra al borde del colapso y con el triple de pacientes que puede atender.
Este es el único centro médico disponible para atender a más de un millón de personas en el centro de la Franja, pero está en crisis. A primera hora de la noche del miércoles, 5 de junio uno de sus generadores eléctricos se había averiado, dificultando el tratamiento de pacientes vulnerables, lo que podría causar “una catástrofe humanitaria”, según el ministerio de Sanidad de Gaza.
Otro ataque contra una casa durante la noche mató a seis personas, según los registros. Los dos ataques ocurrieron en Nuseirat, uno de los campos de refugiados urbanizados en Gaza.