El siniestro del avión ocurrió el 1 de mayo de 2023.
Los cuatro hermanos -entonces de 14, 9, 4 y un año de edad- iban acompañados en el viaje por su madre Magdalena Mucutuy y otros dos adultos, quienes murieron en el accidente.
La familia viajaba para reencontrarse con el padre, Manuel Ranoque, un líder indígena que había huido de Araraucara a raíz de las amenazas que recibió por parte de grupos armados ilegales.
Cuando las autoridades llegaron al lugar del accidente dos semanas después solo encontraron los cuerpos sin vida de los adultos. No había ni rastro de los niños, por lo que se inició una intensa búsqueda por parte de efectivos del ejército y miembros de la comunidad indígena, a la que pertenecen los menores.
La selva donde se estrelló la avioneta y deambularon los niños es hostil, tupida y poco accesible.
El gobierno ordenó la participación de más de 150 uniformados y perros rescatistas, que contaron con la ayuda y experiencia de comunidades indígenas.